Atlético de Madrid
El Calderón abraza a Torres
Así sigue el Atlético la estela del liderato del Barcelona, en un partido en el que muy pocas veces un gol tuvo un efecto tan dañino para el autor, el Eibar
El Atlético de Madrid recondujo su partido contra el Eibar con una reacción imponente completada con el gol cien de Fernando Torres con el conjunto rojiblanco (3-1).
Cuando acabó el partido, Fernando Torres saltó las vallas de publicidad que rodean el césped y se fue hasta el fondo Sur del estadio. Allí estaba, como siempre, Manuel Briñas, el hombre que lo fichó para la cantera del Atlético. Fernando lo abrazó, se quitó la camiseta y se la regaló. Sin Briñas, quizá, ni siquiera hubiera llegado el primero de los goles de Torres con el Atlético y el «9» se lo agradece. Igual que hizo cuando marcó su primer «hat-trick» con el Liverpool y le mandó su camiseta dedicada. «La camiseta tenía un dueño claro, la persona que decidió que yo podía servir para esto. Gracias, Briñas», explicaba después Fernando en su cuenta de Twitter. Regresó con el torso desnudo para atender a la televisión mientras el jefe de prensa del club gritaba pidiendo un abrigo para el ídolo.
Pero nada podía afectarle en ese momento, inmune al frío y a las calamidades, con una sonrisa que aspira a ser eterna. «Yo sólo quería marcar el primero, los demás han sido un regalo», decía al comienzo de la semana en un acto publicitario. Pero ninguno de ellos ha sonado como éste. El Calderón, que por fin había visto ese gol que llevaba tanto tiempo esperando, se dejó la garganta para gritar «Torres, Torres». Era la excusa que necesitaba para reconocer en el «9» a uno de los suyos y demostrarle que quiere que lo siga siendo. El estadio no olvida que fue el «Niño» el que sostuvo al club en sus peores momentos, cuando regresaba de Segunda sin otro motivo de esperanza al que agarrarse que sus goles. Torres, por fin, se liberó del peso con el que llevaba cargando media Liga, desde que marcó en Éibar en la primera vuelta. Cuatro meses y medio esperando marcar el gol número 100, 140 días de desesperación en el Calderón, que esperaba ese momento tanto como él. Tanto como sus compañeros, que no dejaron de buscarlo desde que salió. Especialmente Óliver, aunque el pase definitivo le llegó de Vietto desde la izquierda. El «9» empujó la pelota para que el partido diera paso a la fiesta. Giménez fue el único que no salió disparado a abrazarlo. El uruguayo empezó a correr en dirección contraria porque tenía una misión. Llegó hasta el banquillo y recogió una camiseta con el número 100 para que Torres completara la celebración.
Era un final de fiesta inesperado para un partido que se le puso complicado al Atlético en el comienzo de la segunda mitad. Después de desperdiciar los primeros 45 minutos, Saúl pisó una pelota que pensaba ceder a Oblak, Enrich se la robó y se la regaló a Keko, otro con sentimiento rojiblanco, para que marcara el primero del partido.
El Atlético, entonces, recuperó la memoria, se acordó de aquellos tiempos en que Koke sacaba un córner y era medio gol. Ya no está Miranda y tampoco Godín –sancionado y lesionado– podía subir a rematar. Pero estaban Giménez y Saúl para marcar dos goles exactos. El uruguayo consiguió el primero con la ayuda de Riesgo, que se quedó esperando un balón que la cabeza del central le quitó de las manos. Saúl se golpeaba el pecho tras marcar el segundo. Era su manera de perdonarse el error en el gol del Eibar.
El Atlético era otro con los cambios. La entrada de Vietto, Torres y, sobre todo, Óliver hizo que el equipo recuperara la respiración. El centrocampista se hizo el dueño de la pelota, la pisó, la escondió y puso pases que sus compañeros no están acostumbrados a recibir. La obsesión de Óliver era que marcara Torres. Para eso le regaló un pase a la espalda de la defensa que el «9» envió fuera antes de chocar con Riesgo.
El gol se hizo esperar. Estaba muriendo el partido cuando el Calderón pudo abrazar a su criatura. 100 goles, 100 gritos, 100 años podría seguir en el Atlético y 100 años seguiría queriéndolo el Calderón.
- Ficha técnica:
3 - Atlético de Madrid: Oblak; Gámez, Giménez, Saúl, Lucas; Thomas (Oliver, m. 59), Gabi, Koke, Carrasco (Fernando Torres, m. 75); Correa (Vietto, m. 59) y Griezmann.
1 - Eibar: Riesgo; Capa, Dos Santos, Lillo, David Juncà; Escalante (Inui, m. 69), Dani García; Keko Gontán, Adrián (Radosevic, m. 89), Jota Peleteiro; y Sergi Enrich.
Goles: 0-1, m. 46: Keko, tras un error de Saúl. 1-1, m. 56: Giménez cabecea un saque de esquina de Koke. 2-1, m. 62: Saúl, de cabeza a saque de esquina de Koke. 3-1, m. 90: Torres, a pase de Vietto.
Árbitro: Fernández Borbalán (C. Andaluz). Amonestó al local Thomas (m. 15) y a los visitantes Escalante (m. 66), Lillo (m. 85) y Juncá (m. 87).
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 23 de la Liga BBVA, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 45.000 espectadores.
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