Opinión

El Atlético, al rincón de pensar

Un equipo configurado para atacar y que se dedica a defender no hace ninguna de las dos cosas bien

Simeone, en la semifinal de la Supercopa ante el Athletic Club
Simeone, en la semifinal de la Supercopa ante el Athletic ClubHassan AmmarAgencia AP

La Supercopa de España , otro título más que se fue al limbo para el Atlético. El equipo rojiblanco fue incapaz de defender un resultado a favor por enésima vez esta temporada. Esta vez fue ante el Athletic Club que cayó en la final ante el Madrid. En realidad, el Atlético fue incapaz de defender en general. Y es que una plantilla configurada para atacar y dedicada a defender termina por no saber hacer ni una cosa ni la otra. Los jugadores talentosos están completamente desubicados, apenas entran en contacto con el balón y cuando lo hacen es demasiado lejos de la portería contraria como para hacer daño con sus virtudes. El perfil de los jugadores es tan distinto al de hace unos años, que es absolutamente imposible que jueguen sin balón siquiera parecido a como lo hacía aquel Atlético original del Cholo. Parece más que evidente que técnico, dirección deportiva y propiedad del club deben sentarse a hablar de cuál es el camino a seguir a partir del próximo verano, pero o se cambia de piloto o se cambia de coche. Por seguir con las metáforas, al pizzero habrá que darle los mejores ingredientes para hacer pizzas, pero de poco vale ponerle en bandeja productos para hacer aires o esferificaciones. Es imposible evidenciar más esta realidad que es palpable cada partido.

Mientras llega el momento de tomar decisiones drásticas, hay que asegurar sí o sí un puesto que garantice la presencia en Champions la próxima temporada y, visto lo visto, la tarea va a ser más complicada de lo que parecía en un principio. Las sensaciones que transmiten los colchoneros no pueden ser peores a estas alturas de la temporada. Mientras, los rivales van creciendo y eso no hace más que aumentar la preocupación de la parroquia rojiblanca.

El miércoles, en San Sebastián y ante la Real Sociedad, se juega el pase a cuartos del único título por el que puede pelear, pero ya no sabe uno qué es mejor. No parece que el equipo esté para grandes dispendios, pero la verdad es que empezar a ganar con continuidad empieza a ser necesidad para no complicarse todavía más el futuro inmediato. Es imprescindible para recuperar una mínima parte de la confianza que ha perdido un equipo que, recordemos, todavía es campeón.