Barcelona
Bale y Jesé, líderes
Enganchados primero al galés y luego a la magia del canterano, los blancos derrotan al Villarreal y alcanzan la cima de la tabla a la espera del Barça
Jesé sigue ganándose el puesto en el Real Madrid y este es el cuarto partido seguido en el que marca un gol. Ancelotti lo tiene cada vez más difícil para no alinearle.
Es cierto que es muy joven, que acaba de llegar a la élite, que sólo ha jugado un puñadito de partidos con el primer equipo y que hasta su técnico ha pedido paciencia con él, pero es difícil tener calma con Jesé viendo lo que es capaz de hacer. Tiene una facilidad especial para sentirse cómodo en los terrenos que sólo pisan firme las estrellas y lo agradece el Madrid, que ayer recuperó el contragolpe y la contundencia para deshacerse del Villarreal, a la vez que negociaba el estrés de la Copa y los imprevistos en el lateral izquierdo.
Los blancos se colocaron en el liderato de la Liga a la espera del Barça con varios directos a la mandíbula castellonense, que tumbaron cada uno de los intentos amarillos por construir una sorpresa a base de toque y atrevimiento. El Madrid recibió los dos primeros goles en casa desde principios de noviembre, pero no bastaron a los de Marcelino para frenar a un equipo que tiene confianza y dispara con dos cañones por mucho que Cristiano esté sancionado. Sin el portugués, Jesé volvió a pedir paso desde la izquierda con una maniobra de gran figura. Su tarde iba camino de ser discreta y el rival se había venido arriba y tenía la pelota. En ésas arrancó el canario para recibir un balón en profundidad dentro del área, primero aceleró como los elegidos y dejó a la vista la impotencia de Dorado, y después se inventó un remate tan suave como cruzado que llevó la pelota con mimo a la red ante la mirada de Asenjo. Un gol de «crack» que devolvía la fe al Madrid y al chico a los titulares de la Prensa. Se animó la perla de la cantera y, después de que Giovani acortara otra vez distancias con un lanzamiento de falta de manual, buscó a Benzema en la frontal del área para darle el pase del cuarto tanto. Con dos acciones decisivas, Jesé había dirigido hacia él todos los focos en una noche en la que el conjunto blanco se había ido enfriando al mismo tiempo que bajaba la temperatura ambiental.
El «Niño» cerró con su brillo una velada en la que el Madrid no bordó el fútbol más allá de un rato en la primera parte. Las piernas empiezan a pesar y no es fácil superar rivales que se pasan toda la semana esperando el partido. El Villarreal entró al Bernabéu con la cabeza alta y el gesto desafiante, agarrado al toque y al desenfado característico del grupo de Marcelino, aunque su plan empezó a venirse abajo con un error infantil de Dorado ante Bale. El galés confirmó que está totalmente recuperado y que no le asustan las responsabilidades, por eso en cuanto vio dudar al defensa se fue a por él, le robó la pelota y la picó por encima de Asenjo. Al extremo se agarró el Real Madrid para encarrilar el asunto al comienzo, ya que después de su gol aprovechó todo el carril derecho para habilitar a Benzema en el segundo tanto de los locales. Gareth necesita estar en plenitud para ser feliz y demostró que cuando se encuentra a tope, además, es decisivo y todo lo que hace suma para el equipo. Las lesiones sucesivas de Marcelo y Coentrao, que quedaron fuera de juego en menos de media hora, descentraron al Madrid, que perdió la pelota y cierto control, mientras el Villarreal recuperaba la convicción. A pesar de los goles en contra, los de Ancelotti se sintieron casi siempre seguros atrás, con Illarramendi impecable en el corte jugando de cara y Modric magnífico en cada cosa que intentaba. Sólo se le podría achacar la falta en la que marcó Giovani, poca cosa para el jugador más en forma de Europa. Él marca los tiempos de un grupo que crece y que ayer no necesitó un fútbol de alta escuela. Tiró de la pegada que le hizo famoso para apartar de su camino al Villarreal. Incluso trató de economizar esfuerzos para lo que viene este mes, al tiempo que Benzema facturaba un doblete sin hacer aspavientos. Sin agobios finales firmó el Madrid otro triunfo sin Cristiano, aunque con Bale y con Jesé, la espera por «CR7» se hace un poco más corta.
«Sin Cristiano, todos dan un poco más»
Desde el 9 de noviembre nadie había sido capaz de anotar un gol al Real Madrid en el Bernabéu. Fue Griezmann, en la derrota de la Real Sociedad en la jornada número 13 de esta Liga. Habían pasado 91 días hasta que ayer Mario recogió un balón en la frontal del área y lo estrelló en la escuadra derecha de Diego López. Ahí se acababa la racha de imbatibilidad de un equipo que se ha acostumbrado a defenderse tan bien como a atacar y que está construyendo su buena temporada desde los cimientos. El de Mario y el que después hizo Giovani con una falta directa a la escuadra de la portería eran sólo el segundo y el tercer tanto en contra de los blancos en lo que va de 2014, una solidez que ha acercado a los blancos a lo más alto de la clasificación en Liga. En la jornada 16, tras empatar a dos en El Sadar, el Madrid miraba a Barça y Madrid desde abajo, con cinco puntos de desventaja. Ayer, con la derrota de los rojiblancos en Almería, el Real era colíder, por delante de su vecino gracias a la diferencia de goles y a la espera del Barcelona y su visita al Sánchez Pizjuán. «Hemos sufrido mucho en el partido porque el Villarreal jugó bien con el balón por el suelo. Tuvimos dificultad en la cobertura pero hemos tenido buena oportunidad para el contraataque, lo hemos hecho muy bien», analizaba Ancelotti, después de un choque en el que los suyos recuperaron la pegada y el contragolpe que tenían un poco olvidado últimamente. El italiano estaba feliz por el buen papel de sus tres delanteros en ausencia de Cristiano: «Su ausencia da más motivación al resto porque es un jugador indispensable, y sin él, el resto hace más trabajo, da un poco más», explicaba Carlo, satisfecho también por el contundente regreso de Bale: «No era un partido fácil, comprendo que después del trabajo que hicimos en Copa no fue fácil de afrontar. Marcó el primer gol, asistió en el segundo y dejó una actuación de buen nivel». El técnico quiso hacer un guiño a Benzema, que además de su doblete trabajó en la construcción y en la recuperación.
Ficha técnica:
4 - Real Madrid: Diego López; Carvajal (Arbeloa, m.46), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo (Coentrao, m.18 (Arbeloa, m.46)); Illarramendi, Modric, Di María (Xabi Alonso, m.68); Bale, Jesé y Benzema.
2 - Villarreal: Asenjo; Mario, Musacchio, Dorado, Jaume Costa; Edu Ramos (Trigueros, m.57), Bruno, Aquino, Moi Gómez (Joan Román, m.63); Jonathan Pereira (Perbet, m.67) y Giovani
Goles: 1-0, m.6: Bale. 2-0, m.25: Benzema. 2-1, m.42: Mario. 3-1, m.64: Jesé. 3-2, m. Giovani. 4-2, m.76: Benzema.
Árbitro: José Luis González González (comité castellano-leonés). Amonestó a Jaume Costa (55) y Mario (58) por el Villarreal.
Incidencias: encuentro correspondiente a la 23a jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 75.624 espectadores.
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