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Cara a Cara: «Caso Neymar»: ¿Se ha reído Bartomeu de los socios del Barça?

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Costará más que la Sagrada Familia

José Luis Sánchez

Queridísima Carme, no sólo se han reído, es que las carcajadas aún resuenan en Brasil. Jamás en la historia del fútbol un traspaso ha tenido tantos capítulos como una telenovela y cada nuevo giro del guión mayor esperpento parece. El «soci» debe estar incrédulo, indignado y avergonzado en su butaca. Le han tomado el pelo, le han tomado por el pito del sereno y todavía quieren disfrazar una realidad tozuda con más engaños y burdas explicaciones. No entiendo cómo una reputada periodista como tú acepta este rol, defender un papelón inaudito. ¡Han levantando la manta! A este paso, el fichaje de Neymar va a costar más que reformar la Sagrada Familia.

- ¡¡¡Dimisión en bloque!!!

Si no fuese por ese «síndrome de Estocolmo» tan común entre la prensa culé, mi estimada Carme, habrías sacado a gorrazos a la actual junta directiva. Dimisión, dimisión y dimisión. Es el único camino. Desde aquella contundente frase de «57 millones y punto», los episodios han ido desvelando una riada de despropósitos contables inadmisibles. Si de verdad quieres y sientes al Barcelona, como creo que así es, denúncialo ya. Gastos pagados a los famosos «Toiss», oficinas para no sé qué para el padre del futbolista, derechos formativos sobre futuros ¿diamantes? brasileños, un fichaje de dudosa calidad como Douglas, el precio fluctuando día tras día... De verdad, hasta cuándo vais a permitir que os tomen el pelo. Cada nuevo documento es un varapalo a vuestra incomprensible defensa.

- Tridente de escándalos

¿No os aburrís de acusar siempre a los mismos? Carme, ya no valen excusas. Viene el Clásico y seguís siendo más noticia en el BOE que en los medios deportivos. Messi, Neymar, Rosell, la sanción de la FIFA... y seguís mirando a la capital. No busquéis cerca de Cibeles o del Bernabéu. Han sido los vuestros, los que están cerca de vosotros, los que han denunciado las tropelías. No ha sido el alcalde de Madrid quien se ha saltado la dieta, ha sido Luis Suárez. De verdad Carme, seamos serios, ahora mismo sólo os falta que el Barcelona aparezca en el caso de las tarjetas B de Caja Madrid.

Esta junta es limpia y ejemplar

Carme Barceló

Cuando se acerca el Madrid-Barça, con un equipo azulgrana líder y con cuatro puntos de ventaja, se intensifican las informaciones y deformaciones sobre el club catalán. Y tú, José Luis, sabes que la intensidad, insistencia y velocidad que se imprime a las noticias de carácter legal y/o tributario del Barcelona es directamente proporcional a la del sonido: muy rápida. Mientras navegamos entre favores blancos, tarjetas opacas en las que, presuntamente, hay algún directivo madridista implicado y algún tejemaneje inmobiliario más, en la caverna mediática hacéis mutis y le dais al acelerador con Neymar, Messi, Piqué o Luis Suárez. El Barça ha negado delito fiscal en el fichaje del brasileño, aunque se explicaran tarde y mal algunos detalles.

- Opacando al Barça

¿Dimitir la junta del Barça? Casi se me cae el teléfono encima del pan con tomate, querido. Es probable que no haya directiva más transparente que ésta en todo el fútbol español. De entrada, ha saneado las cuentas que dejó temblando Joan Laporta y ha reducido la deuda. Sigue apostando por la política deportiva de cantera, por una gestión económica austera y lidia como puede con la convulsión política que vive a su alrededor, postulándose sin rubores como club catalán, transversal e integrador. Lo dicho: se acerca el 25-O y hay que opacar, cual tarjeta «black», a los Messi, Neymar, Luis Suárez, Iniesta, Xavi... ¡Qué mala es la envidia!

- Tirando a dar

Suárez está gordo. Neymar está muy mosqueado. Messi no marca goles como antes. ¿Alguien da más? Cuatro puntos, ésa es la realidad. Cuatro puntos y un Barcelona que llega líder y con Leo a punto de batir –o ya superado– el histórico récord goleador de Zarra. La camiseta uruguaya –mucho más ajustada, como ya expliqué en El Chiringuito de Jugones hace unas semanas– demuestra que los «michelines» de Luis son un efecto óptico y fruto de vuestra antibarcelonista imaginación. A «Ney» le cambian y se enfada como cualquier profesional que se precie. Y Messi... sin comentarios. Él come aparte. Con Zarra. Y os duele en el alma.