Real Madrid
Cristiano se hace esperar
Firma su inicio menos goleador desde 2010. Entonces sumaba tres tantos en los primeros ocho partidos y acabó Pichichi y Bota de Oro
Firma su inicio menos goleador desde 2010. Entonces sumaba tres tantos en los primeros ocho partidos y acabó Pichichi y Bota de Oro
«Paciencia, le falta poco. Tiene ocasiones y ya marcará», repite Zidane, que si hay algo que tiene claro es que los goles de Cristiano van a llegar con tanta frecuencia como es costumbre. No duda el técnico de su mejor goleador, ni de los otros dos delanteros titulares, que no han terminado de llegar todavía a su plenitud física. La Eurocopa y la lesión en la final retrasó la vuelta de vacaciones de Ronaldo, algo en lo que se empeñó especialmente Zizou. No quería que forzara, ni que reapareciera con molestias como ha sucedido otras veces. Le «obligó» a olvidarse de la Supercopa de Europa frente al Sevilla y tampoco en la Liga quiso apurar los plazos. Cristiano lo entendió y dejó pasar dos jornadas antes de jugar. Sólo seis minutos necesitó en su estreno para comenzar su cuenta goleadora, que ahora, ocho encuentros después, está algo más vacía de lo que suele ser habitual.
Acaba de firmar cuatro partidos seguidos sin marcar en casa, algo que nunca le había sucedido, pero los números son muchas veces caprichosos y la memoria casi siempre frágil. Sus dos tantos en Liga y dos en Champions hasta ahora no son su peor arranque anotador en una temporada. Es verdad que en los tres últimos cursos a estas alturas acumulaba entre 12 y 8 tantos, pero también lo es que en el ejercicio 2010-11, el segundo suyo de blanco y el primero de Mourinho, después de los siete primeros encuentros sólo había visto portería una vez y había sido de penalti. Fue en el Bernabéu ante el Espanyol. En el octavo hizo doblete y el saldo del portugués en el mes de junio se disparó a 53 goles, 40 de ellos en LaLiga, que le permitieron acabar como Bota de Oro y como máximo goleador de la competición doméstica. Se hizo esperar al comienzo para explotar después y protagonizar cinco «hat tricks» y dos choques de cuatro tantos. Lo normal para un futbolista que, junto a Messi, es una anomalía en la historia de los artilleros, con unas cifras que grandes delanteros de décadas pasadas ni soñaban. Sólo en su primera temporada de blanco marcó menos de 50 goles (33); desde entonces, se ha movido entre los 51 de 2014 y 2016 y los 61 de 2015, cuando consiguió su último título de mejor anotador del continente.
Cristiano ya ha demostrado que un inicio con menos puntería no le impide ponerse en sus números en unas jornadas y acabar por encima del medio centenar de dianas. Él vive para el gol y el Real Madrid vive de sus goles, pero esta temporada el reparto anotador de los de Zidane es extraño. No hay ningún madridista en el «top 5» de LaLiga y sólo Benzema está entre los 15 mejores goleadores, algo que no es lo lógico para el francés, Bale y «CR7». Mientras los delanteros estrella cogen la forma, el resto se reparte los tantos para confirmar lo completo de una plantilla que el técnico no ve fácil de mejorar. En LaLiga hay 14 madridistas que han celebrado al menos un tanto, incluidos todos los defensas a excepción de Nacho. En el medio, Kovacic y Casemiro son los únicos centrocampistas en blanco, mientras Morata va, poco a poco, cargando de razones su recompra.
Hasta que Cristiano aparezca con toda su contundencia, el canterano va tomando confianza y sumando tantos importantes. «He vuelto a mi casa para vivir noches como ésta», dijo después de dar el triunfo al Real Madrid frente al Sporting de Portugal en el último minuto. Algo parecido a lo que hizo el domingo pasado ante el Athletic. Él se siente cómodo en este papel. Si los titulares no marcan, él se apunta.
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