Restringido
El Chiringuito de Pedrerol: La subasta de Ramos
Nadie le quitará el gol de la «Décima», pero también podría ser recordado por venderse a toda Europa por unos cuantos euros
Nadie le quitará el gol de la «Décima», pero también podría ser recordado por venderse a toda Europa por unos cuantos euros
Creo en los jugadores que se parten la cara defendiendo el escudo. En aquellos que sueñan con retirarse en el club de su vida. En quienes saben dar un paso atrás por el bien de su equipo. También creo que mercadear públicamente cuando eres uno de los capitanes del Real Madrid no es una buena idea. Sergio Ramos tiene contrato hasta 2017, y eso merece consideración. El madridismo espera que, por lo menos, actúe como un profesional mientras vista su camiseta. Y que respete el escudo.
- Terreno peligroso
Ramos ha entrado en una dinámica peligrosa. Ha lanzado un órdago al Real Madrid sin medir del todo las consecuencias. Sin duda, el central sevillano va a pasar a la historia del club blanco por haber marcado el gol de la «Décima». Eso no se lo va a quitar nadie. Pero también podría ser recordado como el futbolista que, siendo un ídolo en la Casa Blanca, se subastó ante clubes de toda Europa por unos cuantos euros.
- Desesperados
El comportamiento de su hermano René, agente y portavoz, es reprochable. Dejarse querer por un precandidato a las elecciones del Barcelona suena a broma de muy mal gusto. Y llamar al Manchester United, al Manchester City y al París Saint Germain para ofrecerse sólo muestra desesperación.
- No a los caprichos
Los Ramos quieren firmar el contrato de sus vidas. Exigen 100 millones de euros brutos por cinco temporadas. Están en su derecho, pero el Madrid y sus dirigentes tienen la obligación de vigilar la caja y no hacer dispendios peligrosos. Su presidente debe ser generoso con los futbolistas importantes de la plantilla, por supuesto. Pero no debe someterse a sus caprichos. Sentaría un mal precedente.
- Demasiados errores
Ramos amenaza con marcharse este mismo verano. Así lo avanzó Nacho Peña en exclusiva en «El Chiringuito» el pasado jueves. El seguidor del Madrid le quiere. Se ha ganado el cariño con su trabajo en el campo. Es importante que las dos partes, club y jugador, acerquen posturas. Pero Sergio está cometiendo demasiados errores y los últimos movimientos no ayudan. Sus exigencias pueden acabar mal.
- Nadie es imprescindible
Se trata de un buen futbolista, pero el futuro se construye con jugadores comprometidos. En el Madrid no hay nadie imprescindible. Ni siquiera él. La historia se hace día a día, y el club debe estar siempre por encima de jugadores, técnicos y dirigentes. Que alguien se lo explique a Sergio.
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