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El fútbol que mancha

Ningún futbolista del Real Madrid está entre los 60 que más faltas hacen o balones recuperan en la Liga. La titularidad de Casemiro sirve para cambiar esa estadística

Casemiro, un centrocampista que se deja «la vida en el campo»
Casemiro, un centrocampista que se deja «la vida en el campo»larazon

Ningún futbolista del Real Madrid está entre los 60 que más faltas hacen o balones recuperan en la Liga. La titularidad de Casemiro sirve para cambiar esa estadística

Entre los 60 jugadores que más faltas hacen en la Liga, no hay ninguno del Real Madrid. Es un equipo al que le cuesta mucho organizarse para robar la pelota o para, al menos, impedir que el rival juegue. Es Danilo, que se ha perdido diez partidos en el campeonato español, el madridista que más faltas comete, el 63 en esa clasificación. Es un dato sintomático: el equipo de Zidane está más o menos cómodo cuando tiene la pelota, pero le cuesta mucho vivir sin ella y no tiene muy claro qué hacer cuando la pierde. Entre los 60 jugadores que más balones recuperan en la Liga, hay 3 del Barcelona y 3 del Atlético. Para encontrar a un madridista, a Ramos, hay que irse hasta el puesto 64.

Es el otro fútbol, ése del que hablan los entrenadores, el que consiste en confundir, en interrumpir al rival, y que tanto cuesta llevar a cabo en el equipo blanco. En el Barcelona, los futbolistas que más faltas hacen son Neymar y Luis Suárez, los dos delanteros, los primeros que impiden que el oponente saque la pelota jugada. En el Atlético, Gabi y Koke, los dos centrocampistas, que niegan el juego del contrario o, por lo menos, lo llenan de minas. En el Madrid es un lateral derecho, que hace las faltas por necesidad, cuando ha perdido su posición, pero no por cuestiones tácticas.

Hasta que llegó Casemiro. «Esto es fútbol. Yo me dejo la vida en el campo y a veces hay que hacer faltas. Siempre me dejo la piel en el campo. Es normal hacer faltas, a veces es necesario hacerlas tácticamente», explicaba después del encuentro contra la Roma. Fue el futbolista que más faltas hizo, como contra el Celta.

En la vuelta de la «Champions», el Madrid, pese a no hacer un mal partido, sufrió demasiado frente al rival, porque le dejó llegar hasta el área. Nadie impedía las carreras de Salah, nadie, excepto el ímpetu de Casemiro; conocía cómo evitar que el rival jugase y pusiese incertidumbre a una eliminatoria casi cerrada. El mediocentro es la primera piedra para intentar cambiar la mentalidad del equipo y hacerlo más rocoso para el contrario. En Europa, donde ha jugado más que en Liga, suma 19 faltas. Sólo Fernandinho, del Manchester City, con 22, ha hecho más que él. Casemiro es un centrocampista que entiende que su misión no es sólo dar salida a la pelota cuando le toque. Además, tiene que evitar por todos los medios que el rival juegue con comodidad. Es una parte de juego poco vistosa, pero fundamental y que los otros jugadores de esa zona del campo no están acostumbrados a hacer. Kroos y Modric sólo tienen en la cabeza cómo hacer daño al rival con la pelota, lo mismo que James e Isco. Casemiro piensa en eso, pero también en que cuando llegue el momento de no tenerla, hay que protegerse de cualquier manera. «Yo intento jugar también. Obviamente, yo robo mejor que Modric y él juega mejor que yo», explicaba esta semana el centrocampista brasileño.

Después de la derrota contra el Atlético, Zidane explicó que no se había producido porque el Atlético hubiese corrido bastante más, que era otra cosa: «Hay que ganar los duelos y nosotros perdemos muchos duelos. Hay que meter la pierna», decía el francés. Es decir, que en un balón dividido la pelota siempre se la llevaba el contrario, que a los jugadores del Madrid les faltaba determinación o saber hacer en esas jugadas que, repetidas, inclinan un partido.

Por eso recurrió a Casemiro, que en los primeros nueve partidos del francés como técnico apenas había jugado 26 minutos repartidos en dos partidos: la goleada contra el Espanyol y el de «Champions» en Roma. En los tres últimos ha sido titular. «Está demostrando lo que sabíamos de él. Lo conocí con Ancelotti. No jugaba mucho, pero sé que tiene condiciones para trabajar. Es cierto que tampoco empezó jugando conmigo; ahora sí. Lo que puede aportar lo sabemos, lo hace bien en su posición, técnicamente es bueno, es fuerte y tiene personalidad. Cuando tienes eso, puedes jugar en el Madrid», explicaba Zidane antes de enfrentarse al Celta. En ese partido, Casemiro fue el futbolista que más entradas hizo al rival: 6, de las que se llevó la pelota en cuatro. Contra la Roma, 9, de las que en 8 «ganó» el balón. No le da miedo ir al choque porque sabe que es su labor y que es lo que le puede dar la titularidad en el Real Madrid, necesitado urgentemente de agresividad.

«Está jugando ‘‘Case’’ y lo hace bien. [Contra Las Palmas] puede haber cambios, pero que haya cambios no significa que ‘‘Case’’ no vaya a jugar. Eso es lo normal. Sin Casemiro no jugamos peor. El equipo juega bien con él y sin él. Todos son importantes», decía Zidane ayer.