Athletic de Bilbao
Messi habla en el campo y clasifica al Barça
Otro gol de Messi de falta acaba con la resistencia del Athletic y clasifica al Barça para cuartos en la «semana de Piqué».
Cero sorpresas en cuanto a las formas, alguna respecto a los protagonistas: se quedó en el banquillo del Athletic Aduriz y jugó Rafinha por Rakitic en el Barcelona. El partido fue el tantas veces repetido entre los mismos rivales los últimos años: la presión de los leones contra la precisión del Barcelona. Los chicos de Valverde volvieron a ser valientes e incansables, apretando desde el segundo pase (al único que no presionaban era al portero, Cillessen) y tratando de complicar la vida a su rival. Lo consiguieron a ratos. Siempre lo hacen. Pero ayer no fue suficiente. Lució el Barcelona su tridente y en la primera combinación entre ellos, junto con Iniesta, rompieron el marcador. No fue la acción más limpia, pero la recuperación del capitán logró prolongarla Leo hacia Ney tras dos rechaces. El pase del brasileño fue resuelto de maravilla por Suárez. Lo mejor fue cómo acomodó el cuerpo de la forma ideal para encontrar el remate.
Salió con ganas el Barcelona y la muestra es que Messi ya había recuperado dos balones en menos de diez minutos. Era una final en enero. Dejarse algo estaba prohibido. Con la fuerza que le da su estadio, el Barcelona salía más fácil de la persecución de su rival y no perdió apenas balones en zona comprometida. En San Mamés ésa fue su tumba: los robos le penalizaron. La variante de Luis Enrique fue centrar y retrasar un poco a Messi para que ayudara en la elaboración. Sólo le faltaban ocasiones al encuentro. No llegaba el Athletic y la primera vez que lo hizo el Barça, se anuló la acción por un fuera de juego que no era y que cabreó al público, aliado a la absurda guerra de Piqué, que no secunda ni el club ni el entrenador y que ha sido la protagonista de la semana. Luego hubo un error al revés. Es fútbol. Por suerte para los azulgrana su portavoz en el campo es Leo Messi.
El primer tiro a portería del Barcelona fue el remate de Luis Suárez. Uno de uno. Efectividad que mantendría Neymar con el lanzamiento del penalti que Bóveda le hizo a él. Fue un poco inocente, pero la infracción es clara. Messi le dejó el lanzamiento al «11», que llevaba casi tres meses sin marcar. Acababa de despertar el segundo tiempo y la ventaja del Barcelona ya era clara, aunque no decisiva. Valverde había recurrido a Aduriz, pero no fue él quien logró batir a Cillessen. Fue Saborit con un cabezazo impecable. En un instante había pasado de todo, para que 142 minutos después de que empezara la eliminatoria estuviera empatada.
La caraja le duró un momento a los locales. Busquets regaló un pase peligrosísimo y el público la tomó con Aduriz por el incidente de la ida con Umtiti. El costado izquierdo del Barcelona comenzó a funcionar entonces. La sociedad de Iniesta, Neymar y Alba por allí, y la de Messi con todos, fueron una fuente inagotable de peligro. Logró acular el Barça al Athletic, lo que parecía imposible, pero entonces falló en el área, lo que aumentó la sensación de incertidumbre. El duelo estaba en el alambre y sobre él se movió Messi como nadie. La tercera falta que tuvo al borde del área la clavó. Engañó a Iraizoz. Él habla con su zurda.
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