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Euro 2020: Luis Enrique culpa al césped de La Cartuja del empate de España ante Suecia

El seleccionador siguió gran parte del encuentro sentado en una nevera y tardó demasiado en mover el banquillo cuando el juego de la selección iba a peor en la segunda parte

Luis Enrique vio gran parte del partido ante Suecia sentado en una nevera para estar más cerca del juego
Luis Enrique vio gran parte del partido ante Suecia sentado en una nevera para estar más cerca del juegoDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

En una selección llena de debutantes, uno de los que se enfrentaba a su primer partido en un gran torneo era Luis Enrique. Los ha jugado como futbolista, pero como seleccionador era su estreno en su choque número veinte. Los otros diecinueve han sido amistosos y de clasificación para la Eurocopa y la Liga de Naciones. Decía en la previa que su España sería fiel a su idea y eso fue lo que puso sobre el césped de inicio. Y fue fiel también a Morata, titular de nuevo a pesar de los goles que traía Gerard Moreno debajo del brazo.

Ante la kilométrica distancia entre los banquillos y la línea de banda del estadio de La Cartuja, la zona técnica tiene la anchura de las ocho calles de la pista de atletismo que hay debajo. Así que Luis Enrique inventó un método para seguir más de cerca el juego. Se llevó una de las neveras con ruedas de los utilleros casi a la línea de cal y ahí se sentó. Fue una imagen que ya se vio en la final de la Champions de 2020, cuando Tuchel entrenaba al PSG y estaba escayolado por una fractura en el pie.

Ante tanto calor, la idea de sentarse en la nevera tenía su sentido, pero el seleccionador se quedó algo congelado en la dirección del juego y tardó mucho en hacer los cambios ante un partido que se complicaba. Hasta más allá de la hora de juego no se volvió hacia sus asistentes en busca de sustituciones, cuando desde el descanso el juego de España iba en picado.

El partido reclamaba agitadores y a Luis Enrique le costó buscarlos. Thiago entró para intentar algún cambio de juego que marease a la defensa sueca. Y sólo cuando el cronómetro apretaba metió Luis Enrique toda la pólvora: Oyarzabal y sobre todo Gerard. Con otros jugadores alrededor despertó Pedri, pero no llegó el gol. «Mucha gente no confía en nosotros y eso nos va a hacer más fuertes. Lo que hable la gente no nos preocupa para nada», decía Koke. El seleccionador lamentaba la mala suerte ante la portería y se quejó del césped. «No me gusta ver a mis jugadores de más calidad perjudicados por el terreno de juego», aseguraba.