Fútbol

Eurocopa 2020. La “vieja” Italia para frenar a España

La «Azzurra», tan ofensiva durante toda la Eurocopa, se repliega ante España para tratar de hacerle daño a la contra

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Decía Roberto Mancini que Italia no podía ser España, cuando le preguntaron por la comparación entre ambos equipos por la manera de jugar, las ganas de tener la pelota y de presionar arriba. Pero en la semifinal de la Eurocopa la nueva Italia fue más la «vieja» Italia que nunca. Dejó para otra ocasión su fútbol ofensivo y se dedicó a refugiarse atrás y a conceder el protagonismo a su rival. Las dudas que podía haber antes de empezar se solucionaron rápido, en cuanto el árbitro, Felix Brych, pitó el comienzo: el balón iba a ser para España. Sólo en algunas ocasiones se iba muy arriba el conjunto transalpino para tratar de recuperarlo. La mayoría de las veces se quedaba más bien metido atrás, junto, transformando el intocable 4-3-3 con el que ha brillado en esta competición en una línea de cuatro defensa, cinco jugadores por delante y uno más adelantado. Los primeros 20 minutos fue muy sometida por España, pero resistió sin apenas recibir ocasiones, más que un tiro de Dani Olmo. Después igualó fuerzas, pero siempre atrás. No quiso discutir quién iba a llevar el peso. Era el equipo que más veces había rematado a puerta hasta las semifinales (siete veces ayer, por 16 de España), y el tercero que más tiempo había tenido el balón en sus pies, pero para enfrentarse a los chicos de Luis Enrique no tuvieron complejos en correr detrás del esférico, con un notable 65-35 de posesión en favor de la Roja.

Era la vieja táctica con la que casi siempre derrotaba a España, a quien le quedaba la misma sensación de qué bien jugamos, los hemos dominado, los hemos tenido, pero los que se clasificaban eran los transalpinos. Experiencia, saber jugar esos partidos... Eso decían siempre desde el otro lado, donde incluso sacaban pecho de su forma de jugar. Pero esta joven selección de Luis Enrique quiso resistirse a ese destino que parecía escrito después del gol de Chiesa, y se lanzó al ataque en busca del empate, que terminó consiguiendo de forma más que merecida. Precisamente logró España entrar por el centro, donde están Bonucci y Chiellini, los dos jugadores italianos con más tablas. Lo que es el fútbol.

No cambió de idea el equipo de Roberto Mancini, que en nada se pareció a la imponente selección que había impresionado durante los cinco partidos anteriores. Metida atrás y en busca de la contra, en busca del gol de Roberto Baggio en el Mundial de 1994.

Pero a lo que se llegó fue a los penaltis. Podía ser la repetición de lo sucedido en 2008, cuando el equipo de Luis Aragonés venció en la tanda a Italia y se liberó para hacer historia con el triplete Euro-Mundial-Euro. Pero no: los fallos de Morata y Dani Olmo cambiaron el desenlace.