Restringido

Humanizó el éxito

La Razón
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Estoy en estado de shock desde que me he enterado del fallecimiento de Tito Vilanova. Más que como primer entrenador, como segundo técnico o como futbolista profesional, le voy a echar de menos como persona. Era único. Humanizó el éxito de una forma admirable. Resulta muy complicado encontrar profesionales que tengan éxito en sus disciplinas y se comporten con la humanidad con que lo hacía Tito. Era una persona diferente.

Conocí a Tito hace muchos años cuando llegó al Figueras procedente del Barcelona B. Estábamos en Segunda División y era su primera aventura profesional, la primera vez que abandonaba su club de siempre. Llegaba cedido del Barça y desde el primer día demostró una pasión y unas ganas de trabajar que no eran normales entonces ni ahora. Trabamos una gran amistad y pasamos dos años maravillosos. Tuvimos una conexión que iba más allá del terreno de juego, del trabajo diario en los entrenamientos. Tenía eso que dicen de buen «feeling» con él. Era uno de esos jugadores con los que conectas más allá de la pelota. Estaba en una época iniciática tanto a nivel profesional como a nivel personal. Estaba empezando su relación con Montse y eso hizo aquellos años todavía más especiales. Tito manejaba dos cuestiones por encima de todo: la pasión por el fútbol y los valores que representa la familia. Era un hombre que transmitía mucha energía familiar en todo lo que hacía.

Cuando nos volvimos a encontrar fue mucho después en el Elche. Estaba mucho más hecho a nivel personal y a nivel futbolístico, pero sus valores seguían siendo exactamente los mismos. Era el mismo tipo que me había encontrado unos años antes. No había cambiado y cuando inició su etapa como entrenador también fue por el mismo camino. Se convirtió en ejemplo.

Desde que salió de La Masía hasta que aportó trofeos al palmarés del primer equipo del Barça, Tito siempre fue el mismo. Era un hombre sencillo, no se preocupaba de aparentar lo que no era, jamás le vi presumir de todo lo que logró sentado en el banquillo del Barcelona y eso es lo que le hacía alguien tan especial. Humanizó el éxito como nadie.

*Fue entrenador de Tito Vilanova cuando militó en el Figueras y en el Elche