Juventus

Jugar por una Coca Cola y un bocadillo

El fútbol sacó a Tévez de la villa miseria donde nació. Su madre lo abandonó y su padre fue asesinado

Feliz en Italia tras triunfar en Argentina, Brasil e Inglaterra, Carlos Tévez posa con su mujer y sus hijos
Feliz en Italia tras triunfar en Argentina, Brasil e Inglaterra, Carlos Tévez posa con su mujer y sus hijoslarazon

«¡Toda mi infancia es fuerte!», explica Carlos Tévez en una entrevista a la UEFA. «Crecí en un lugar donde cosas como la droga o matar eran cotidianas», continúa. Creció en Fuerte Apache. «Un complejo habitacional humilde y precario donde actualmente residen miles de personas. En Argentina se los llama “villas” y, como tantas otras de Buenos Aires, el «Fuerte» es una zona que podría considerarse peligrosa, ya que por lo general existen códigos internos, que se traducen en situaciones de riesgo para el acceso de personas ajenas», explica a LA RAZÓN Daniel Vico, periodista argentino que ha escrito la biografía del futbolista («El jugador del pueblo», puede adquirirse en librofutbol.com). «No son nidos de delincuentes, pero haber nacido en un lugar precario te otorga menos oportunidades frente a los que han nacido en un entorno más acomodado», añade.

Pues allí, el joven Tévez comenzó a darle patadas descalzo a una pelota de trapo, junto a amigos como Darío Coronel, al que llamaban «Cabañas» (por el parecido que tenía con el paraguayo Roberto Cabañas, jugador entonces de Boca), casi un «hermano» con el que pasaba las 24 horas del día y que tomó el camino equivocado. Se dejó seducir por el lado oscuro y murió. Dicen que se pegó un tiro cuando se vio cercado por la Policía. Un capítulo más en una infancia en la que la palabra «dura» se queda corta para definirla: su madre le abandonó con apenas seis meses y su padre murió asesinado en un tiroteo, por lo que se agarró a su familia adoptiva y al fútbol para seguir. «Siempre quiso convertirse en jugador de fútbol, quería vivir de este deporte. Ésa fue su gran meta», asegura Vico. «Elegí otro camino –afirma el delantero–. Eso después me hizo un gran hombre». Un hombre al que se le notan las cicatrices en la cara porque con diez meses le cayó un vaso con agua hirviendo en el rostro. «Él ha aprendido a sacar ventajas de la adversidad. Crecer de golpe lo colocó en un plano superior frente a sus pares. La calle le había enseñado mucho», analiza Vico. En la biografía, se explica que el ahora futbolista de la Juve comenzó a jugar a cambio de una Coca Cola y un bocadillo, y ha terminado triunfando allí por donde ha pasado. «Ha trascendido las fronteras, ya que fue ídolo en Brasil e Inglaterra, lugares donde la rivalidad futbolística con Argentina es inmensa», interpreta el autor del libro. Su primer equipo en Europa, tras jugar en Boca y en el Corinthians, fue el West Ham y de ahí pasó al Manchester United, donde fue compañero de Piqué y donde, antes de conquistar la «Champions» (2008), ya eliminó al Barça , al que también sufrió en la final del año siguiente, en un partido en el que se quedó en el banquillo y que le costó una bronca con Ferguson. Acabó fuera del club y años después dijo que el técnico escocés se creía «el presidente de Inglaterra». Esa discusión fue una más de las muchas en su carrera. «Tiene una personalidad pasional y eso le ha dado más beneficios que perjuicios para mantenerse tanto tiempo en la élite del fútbol», opina Vico. Pasó al vecino Manchester City y encontró cierta estabilidad, pero también acabó peleado con Mancini por negarse a salir al campo en un duelo con el Bayern. En la Juve le costó arrancar, pero ahora ha encontrado la estabilidad y es feliz con su mujer y sus hijos, con los que se le vio disfrutar celebrando los títulos de Liga y Copa. Ya jugando en Italia, el año pasado, tuvo «noticias» de su país en forma de secuestro de su padre adoptivo. Un suceso que tuvo final feliz.

Quién sabe si el Atlético será su destino, seducido por Simeone. Antes, tiene una misión en Berlín: ganar la «Champions», una competición en la que este curso ha anotado siete goles y ha dado dos asistencias. Su compañero Morata lo sitúa como aspirante al Balón de Oro: «Puede ganarlo: además de marcar muchos goles, es un luchador y transmite eso al equipo». Eso, dejarse la piel, siempre lo ha hecho, tanto ahora, que juega «al fútbol», su trabajo; como antes, de niño, cuando «jugaba a la pelota».

La Juve pierde a Chiellini, que no se ha recuperado

Se confirmaron los peores pronósticos y Giorgio Chiellini, el defensa que sufrió el mordisco de Luis Suárez, no podrá enfrentarse al uruguayo. El equipo italiano comunicó ayer que el jugador no se ha recuperado de las molestias musculares que sufrió el miércoles y, a pesar de que son de primer grado, no está en condiciones.