La décima que hunde al Barça

Una temporada así no podía tener otro final para el Barça. La Décima hunde mucho más a los culés, cuya última esperanza se tiñó de rojiblanco. Ahora, con el Madrid ampliando sus vitrinas, Bartomeu sabe que debe tirar de chequera y hacer olvidar las penas con más fichajes de los previstos inicialmente.

- El peor año azulgrana

La foto del Madrid con la «Orejona» culmina el peor año del Barça y certifica una vez más la teoría de los polos opuestos: una mala gestión en el Camp Nou suele repercutir positivamente en casa de su gran enemigo. No es casualidad que la Séptima del Madrid llegara con Núñez de presidente; la Octava y la Novena, con Gaspart y, ahora, la Décima con Rosell (quien sigue desparecido) y un Bartomeu que está encantado con su poltrona. No es casualidad que el Madrid, con Joan Laporta como presidente azulgrana, cayera a las primeras de cambio en Europa.

- Sin autocrítica

El Barça necesita volver a hacerse fuerte institucionalmente y mucho me temo que con esta directiva no será posible. Porque cuando algo ha salido mal han buscado enemigos externos sin hacer autocrítica. Porque ante situaciones comprometidas la culpa era de una presunta mano negra (o blanca). Tirar la piedra y esconder la mano. Mirar hacia otro lado para ocultar las propias miserias. Así no. El Barça debe abandonar el victimismo del nuñismo y volver a creer en sí mismo. Apostar por la idea que le ha hecho grande y dejarse de complejos.

- Pese a todo...

Y aun así, que nadie se olvide: en la última década, el Barça ganó tres «Champions», dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes. El Real Madrid, una sola «Champions League». El Barcelona sigue siendo el más grande de los equipos modernos, pero debe recuperar el espíritu que le ha llevado a serlo.