La selección española, de mal en peor en estadísticas

La derrota en Croacia por 3-2 no solo significó que España dependiera del próximo partido entre los croatas e Inglaterra para pasar a la Final Four de la Liga de Naciones. Junto a la derrota cosechada en el Benito Villamarín ante Inglaterra, España ha perdido dos partidos consecutivos por primera vez desde junio de 2016.

En ese caso, España perdió en el tercer partido de clasificación para los octavos de final de la Euro de Francia 2016, curiosamente también contra Croacia y también en los últimos minutos de partido. Esa derrota provocó que pasara como segunda clasificada y se enfrentara a Italia en los octavos de final, y en ese partido también caería derrotado, siendo la segunda derrota consecutiva de la selección. Dos años y cinco meses después, España se reencuentra con el fantasma de encadenar dos derrotas consecutivas.

La derrota ante Inglaterra por 2-3 supuso el inicio de estas estadísticas negativas. La selección se quedó en veintisiete encuentros consecutivos sin perder (veinte en la era Lopetegui, cuatro con Fernando Hierro y los tres primeros de la etapa de Luis Enrique). Tres goles en veinte minutos de los ingleses provocó que España se quedara a ocho partidos de la mejor racha de partidos internacionales sin conocer la derrota, un récord compartido entre la selección española (mantenido entre 2007 y 2009) la selección de Brasil entre 1993 y 1996. Ahora el récord vigente de más partidos sin perder lo mantiene Francia, con quince.

Dos estadísticas que en un mes pasan de poder seguir vigentes y quedar finalizadas. Pero eso no lo es todo. El gol de Tin Jedvaj en el minuto 92 supuso el primer gol en contra de la selección en el tiempo añadido en un partido oficial, siendo este el más tardío que encajaba la selección en su historia. Por otro lado, España recibía tres o más goles en dos partidos consecutivos, algo que no pasaba desde 1991 y en un partido oficial desde 1950. La selección ahora se prepara para su amistoso en Las Palmas ante Bosnia, consciente de que debe revertir su situación para que las estadísticas negativas no engrandezcan.