El debut

El Mundial del despegue del fútbol femenino español

La selección, que debuta el viernes ante Costa Rica,

ha crecido en los últimos años y ya no tiene miedo a nada

Vilda da instrucciones a Alexia en un entrenamiento
Vilda da instrucciones a Alexia en un entrenamientoPablo García / RFEFPablo García / RFEF

España mira al Mundial de Australia y Nueva Zelanda como la oportunidad para comenzar el verdadero despegue del fútbol femenino. Los éxitos del Barcelona y el crecimiento de la selección hacen que se afronte el campeonato con optimismo. El buen rendimiento en la Eurocopa del año pasado, donde cayó en los cuartos de final después de llevar a la posterior campeona, Inglaterra, a la prórroga, es un motivo para la ilusión. Sobre todo por haberlo conseguido con la ausencia de Alexia y de Jenni Hermoso, que unos meses antes habían sido elegidas las dos mejores jugadoras del mundo. Alexia ha repetido Balón de Oro en 2022, a pesar de su lesión, y otra española, Aitana Bonmatí, fue quinta en esa clasificación.

Aitana tuvo que liderar a la selección ante la ausencia por lesión de sus dos compañeras, pero esta vez estarán las tres juntas para llevar a España lo más lejos posible. El primer paso es ganar a Costa Rica el viernes (9:30, La 2) en el estreno de la selección. Después llegarán los compromisos contra Zambia (miércoles 26, 9:30, La 2) y Japón (lunes 31, 9:00, La 2).

«Claro que tenemos jugadoras top. Pero aparte de los nombres que pueden salir en un ranking o en premios individuales se demuestra en el campo. Confiamos en nosotras», explica Irene Paredes, una de las jugadoras más importantes de la selección.

España ya ha perdido el miedo a selecciones importantes, como Alemania y Estados Unidos, con las que se cruzó en el pasado Mundial. «A medida que han pasado los años ha desaparecido. No sé si desde el pasado Mundial, yo creo que fue antes. Hemos ido midiéndonos a equipos top y hemos ido ganándoles o plantándoles cara y se han caído esos tabúes, esos miedos que había antes. También un poco por cómo íbamos preparadas, como llegábamos. En el fondo éramos jugadoras no profesionales en un entorno no profesional compitiendo con jugadoras de un entorno profesional. Era lógico tenerlas cierto respeto», explica Paredes. «Ahora estamos igual de preparadas que ellas, incluso mejor, con la selección, con los clubes, y sabemos que podemos ganarlas. Luego hay que jugar, cada partido es diferente, cada contexto es diferente, pero que somos capaces de eso se ve», añade la que es considerada una de las mejores centrales del mundo.

En las competiciones de clubes el Barcelona ya ha dado ese paso. Ha ganado dos de las tres últimas Ligas de Campeones y en la otra fue finalista. Una experiencia que muchas de esas jugadoras trasladan ahora a la selección.

«Todo ayuda», dice Irene Paredes. «Sobre todo cuando vas jugando grandes partidos en grandes escenarios. Cuando ganas la Champions por segunda vez ya no es una casualidad, es algo factible que se ha repetido y mandas un mensaje no solo al resto de compañeras, al resto del mundo, de que ya no somos la cenicienta de nada. Pero es que hace mucho que no lo somos, somos capaces y nos preparamos para ello», añade.

Irene es una de las veteranas de España, una de las jugadoras que han participado en los dos Mundiales anteriores para los que se ha clasificado la selección, en 2015 y en 2019. Las favoritas siguen siendo las de siempre: Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Países Bajos, Suecia e incluso Francia. Para España, la defensa internacional no quiere ese cartel. «Somos capaces de ganar a cualquiera y lo vamos a intentar. Yo no me voy a meter como favorita», dice.