Neymar golea en el clásico de los novatos

A Gareth Bale le quedan muchos años para brillar en el Camp Nou. Ayer compareció por primera vez y nunca encontró su sitio. No todo fue culpa suya. Ancelotti le situó como delantero centro, posición extraña para él, y no pudo brillar como le hubiera gustado. Tampoco se le puede exigir mucho al galés, que sigue completando su particular pretemporada y necesita estar en plenitud física para ofrecer su mejor versión. Bale se vio ensombrecido por Neymar, otro debutante en el clásico, que vivió una tarde inolvidable.

Martino ha tenido mucho mimo con el brasileño. No quiso meterle de golpe en el once y le ha ido dosificando hasta que se ha ganado el puesto. La grada del Camp Nou le adora desde el primer día y ayer le tocaba al futbolista poner de su parte en el partido más importante desde su llegada a Barcelona. Saltó a calentar con aparente normalidad, como si fuera un partido más, pero no lo era. Peloteaba con Adriano y Mascherano, pero alzaba la vista de vez en cuando hacia la grada, que se iba poblando poco a poco. El ruido ambiental también iba en aumento y Neymar intentaba centrarse en golpear bien el balón. En el otro lado del campo, Bale medía el Camp Nou con alguna carrera y varios disparos. Acostumbrado a jugar por la derecha, empezó el clásico como delantero centro, con Cristiano y Di María arropándole por las bandas. «Le da igual jugar por la derecha o por el medio. Queríamos que presionara a Busquets al inicio», desveló Ancelotti. A los veinte minutos, el galés se desplazó a la derecha, dejando libertad absoluta a Cristiano Ronaldo. «Tenía que buscar espacios», apostilló Ancelotti. Bale probó a Valdés prácticamente en la primera pelota que tocaba, pero disparó alto y desviado. Su altura le permitía ganar casi todos los duelos por alto, generando peligro dentro del área azulgrana. Pero el galés se fue apagando poco a poco, hasta acabar sustituido por Benzema a la hora de juego. «Fue una buena hora», le ensalzó su entrenador. El francés lo bordó en media hora.

Si las nubes sobrevolaron a Bale, las estrellas iluminaron a Neymar en su primer clásico. Buscó los desmarques a la espalda de la defensa desde el primer segundo, generando espacios para que Iniesta y Xavi avanzaran por el centro. Así nació el primer gol. Conexión perfecta con Iniesta y carambola no menos perfecta con Varane y Carvajal. Diego López, sorprendido, no pudo hacer nada. «Ha sido emocionante marcar en mi primer clásico», confesó «Ney». Su entrenador le exige más: «No creo que haya sido su mejor partido, pero prima el gol».