No hay debate, Casillas y Soldado

La Selección sigue en la buena ola y el objetivo, una vez superado el escollo de Nigeria, es derrotar a Italia y plantarse en la final del próximo domingo en Maracaná. Los problemas de Cesc no parecen revestir importancia y la única novedad para el choque del jueves es la inclusión de Casillas en el puesto de Víctor Valdés.

Pronto, quizá, para hablar del once que Del Bosque pondrá en liza frente a la escuadra de Prandelli. Con el técnico español, amigo de cualquier debate y de dar explicaciones, las cosas parecen claras. Y Soldado, al que ayer se le hizo una resonancia, repetirá en el equipo titular pese a que frente a Nigeria no estuvo muy afortunado. De todos modos, el debate del «9» queda abierto desde ahora hasta el jueves, día del partido. Torres está bendecido, es el máximo goleador del campeonato y tendrá minutos. Es curioso, pero el delantero del Chelsea acepta su papel –frente a Uruguay no jugó ni un minuto– y afirma que «no será una decepción no salir de titular contra Italia». «En este equipo hay momentos para todos», añadió Fernando con una madurez digna de elogio.

A Casillas le toca. Después de las rotaciones –han jugado los tres guardametas– el turno es para el jugador del Real Madrid porque es en el que más confía el seleccionador. Y con el capitán estarán los habituales. La evolución de Cesc es buena ya que la resonancia a la que se le sometió no detectó ninguna lesión. Del Bosque podrá contar con él, aunque Silva está preparado por si se le necesita. Es lo bueno de tener 23 futbolistas de primer nivel.

Los internacionales disfrutaron ayer de una jornada de playa, aprovechando las horas libres que les dio el seleccionador. La playa de Futuro, así se llama, vio cómo valientes como Pedro, Javi Martínez, Piqué, Mata o Arbeloa se pegaban con las olas. El canario, además, hizo sus pinitos con la tabla. Horas de relax, comida playera, miradas de los curiosos y el convencimiento de que el buen ambiente que reina en el grupo es otra de las claves del éxito de una Selección a la que temen los brasileños. De ahí los pitos en el partido del domingo.

De la playa a un suave entrenamiento en el que Del Bosque no fue muy exigente. Los jugadores acabaron agotados frente a Nigeria por el fuerte calor, con la consiguiente humedad, que hacía en el estadio Castelao. Y para el jueves se anuncian las mismas temperaturas.

Del rival, Italia, al que se le respeta –Del Bosque ya ha advertido que no será tan fácil como en la final de la Eurocopa (4-0)– se espera a un equipo con acumulación de centrocampistas. La baja de Balotelli es una pequeña liberación para Piqué y Sergio Ramos. Abate tampoco está en condiciones y desde Turín llegan noticias de que la Juventus no quiere que juegue Pirlo. El «regista» está entre algodones y en su club no quieren que fuerce. Habrá presiones y Prandelli tendrá que decidir.

Investigan lo que pasó en el hotel de Recife

Según la web brasileña Globoesporte, la Policía de Recife ha abierto una investigación para saber lo que ocurrió en el hotel donde se alojó la expedición española. Afirman que no hubo robo a los jugadores –Piqué denunció que le desaparecieron mil euros– y sí una «fiesta» con una banda de samba y cinco mujeres.