«No sería un fracaso no ganar la "Décima"»

En el duelo de los banquillos están «The Boss» y «The Special One», así se bautizó Mourinho al llegar a la Premier y pronto Ferguson comprendió que detrás de esa definición había un gran entrenador y por eso sus diatribas futbolísticas nunca han llegado a la acritud que le demostraron otros como Wenger o Benítez. Su respeto por el escocés es máximo; «Mou» le considera el gran jefe y nunca se atrevería a postularse como su sucesor mientras no haya abandonado los banquillos. «No –decía ayer Mourinho–, debemos acabar nuestras carreras al mismo tiempo, él con 90 y yo con 70».

Ambos son ambiciosos y grandes estrategas. Están empatados a Copas de Europa con dos. Sabiéndolo, «Mou» cuidó muy mucho su discurso ayer en torno a ambas virtudes. Ni hablar de darle pistas del sistema de juego o del once. Él ya sabe los que van a jugar y que los elegidos lo harán «sin ansiedad», pero... «no sé el equipo del Manchester United –sentenció– y tampoco digo el mío». Ambos codician otro título continental; «Mou» lo ha logrado con dos equipos y en dos países distintos. «No sería un fracaso no ganar la ''Champions''. Hay grandes clubes y grandes entrenadores que nunca la ganaron. El Madrid ha ganado nueve, yo dos. Somos unos privilegiados. El Madrid quiere ganar la ''Décima''; yo, la ''Tercera''. Voy a pelear hasta que llegue, si es este año o el que viene, tampoco lo sé. Tengo confianza en mi trabajo. No pienso terminar mi carrera con dos Liga de Campeones», dijo Mourinho. Desde luego, esta afirmación da al traste con la especulación de que el portugués se marchará a final de temporada, gane o no la «Décima». Al menos, no parece estar en su planes. Otra cosa es que sí lo esté en los del Madrid.

En cuanto a las estrellas del partido, a Mourinho se le preguntó por los dos jugadores más resolutivos: Van Persie y Cristiano Ronaldo. Del rival promulga el mayor de los «respetos». «Es capaz de marcar la diferencia y debemos saber enfrentarnos a él», avisó. Respecto a su líder se deshizo en elogios porque –dijo– «es de otro planeta». «Ninguno de mis enormes jugadores interpretará mal que yo diga que Cristiano es el jugador más fantástico que he tenido. Tengo mucha suerte porque grandes jugadores se han dejado la vida por mí, por eso Cristiano no está en mi corazón en un sitio privilegiado respecto a otros, pero a nivel futbolístico, sí».