Operación esperanza

Cuando todo iba bien en los últimos meses, el italiano era el más comedido de todos. Él, que ha vivido demasiado en el fútbol como para confiarse, repitió muchas veces que había que tener cuidado, que en este deporte las cosas cambian en un par de días. El Madrid afrontó el clásico confiado, en Sevilla quiso resarcirse. Hoy, contra el Rayo mezcla la necesidad y la esperanza. Y de todos, sigue siendo Ancelotti el que mejor maneja la situación y los sentimientos: «La Liga se decidirá en la última jornada. Estamos ahora atrás, pero seguiremos luchando hasta el último partido». El Madrid mira el calendario y piensa que el futuro es corto, pero que aún puede ser suficiente. Por ejemplo, hoy, que juega el último de los tres y el único en casa. Confía en que Athletic y Espanyol sean aliados. Perder está prohibido, pero ganar podría cambiar la situación de la tabla una vez más.

Hoy es una oportunidad y no van a quedar muchas. «Aún tenemos confianza porque las derrotas no fueron un problema de juego. Hemos encajado seis goles y eso significa que cometimos errores que hay que evitar. Necesitamos más concentración», pidió el entrenador. Las derrotas han dolido, pero lo más peligroso para el Madrid es que haya perdido seguridad en lo que hacía. Era, sobre todo, un equipo fiable, que apenas concedía ocasiones, ahora parece frágil: lleva seis goles en dos partidos. El Sevilla, que llegó dos veces, le marcó las dos. Ancelotti no esconde el problema: «Está claro que hemos perdido fortaleza defensiva. Hemos cometido pequeños errores. Necesitamos más concentración para todos los detalles. Fueron problemas de posición, sobre todo en los dos goles. Son errores de posición no de concentración». En el primero, Xabi Alonso no acierta a despejar y el Sevilla monta la contra. «Sus dos últimos partidos no fueron maravillosos –explicó ayer Ancelotti de Xabi–, pero siempre es un jugador importante. Está cómodo y bien físicamente. Puede que tuviera errores en estos dos partidos y descansará cuando veamos que necesita descanso».

En el segundo, Bale no está en el campo porque se está cambiando las botas: «Decir si era el momento o no, no lo sé. La condición de la bota no era la adecuada y necesitaba cambiar», asegura el técnico con resignación. A Isco se le olvida cubrir su posición y a Carvajal le pilla adelantado. El famoso equilibrio saltó por los aires. Hoy no puede pasar. El Rayo va a pelear la pelota porque tras el Barcelona es el equipo que más posesión tiene. Es un equipo con un estilo definido. ¿El Madrid lo era?: «El trabajo no lo hemos perdido. El trabajo lo hemos hecho muy bien», convence Ancelotti.