Luego de una etapa difícil en el Al-Hilal de Arabia Saudí, marcada por lesiones y falta de continuidad, Neymar regresó al Santos a comienzos de 2025 con la intención de ayudar al club que lo formó y lo proyectó al fútbol mundial a reconstruirse tras la grave crisis que sufrió en temporadas recientes. El astro brasileño firmó contrato por seis meses, prorrogable hasta diciembre de este mismo año.

Sin embargo, su retorno no ha sido fácil. El exjugador del FC Barcelona y PSG reconoció en declaraciones recientes que está atravesando un "mal momento" en su vuelta al club paulista, afectado física y mentalmente. En palabras del futbolista, "siente la presión y la impaciencia de la afición", que no oculta su frustración debido al rendimiento irregular que muestra en el campo.

Con un Santos en peligro de descenso, la pesadilla que acompaña a Neymar se intensificó en el partido de este jueves 24 de julio contra Internacional, correspondiente a la fecha 16 del Brasileirão, en el que el conjunto paulista cayó 1-2 en casa. A pesar de que Ney intentó liderar el ataque y tuvo un par de tiros al arco, su equipo no dio la talla y tras los goles encajados de Johan Carbonero y Rafael Santos Borré, solo logró descontar al final con un tanto de Álvaro Barreal.

Pero la derrota fue aún más dura cuando algunos sectores de la afición volvieron a recriminarle por su forma física y mal desempeño en la temporada debido a que hasta la fecha solo ha disputado 16 partidos y marcado 4 goles, aumentando la atmósfera de conflicto. "El día en que la afición considere que no puedo ayudar más o que estoy perjudicando el club de alguna forma, seré el primero en recoger mis cosas y marcharme", afirmó el jugador tras el encuentro. Las tensiones están latentes y el ambiente es desolador para los albinegros.

La crisis del Santos

El contexto del equipo paulista también influye en el caos actual, debido a que tras atravesar la peor crisis de su historia y sufrir un descenso en 2023, el club recientemente regresó a la Serie A tras ganar la Serie B en 2024, por lo que Neymar llegó a un equipo en reconstrucción y con presión por recuperar su prestigio.

En este escenario, Ney y Santos tienen una misión trascendental: superar el difícil tramo para intentar revertir la situación en lo que queda de la temporada y restaurar la confianza tanto interna como de su público. Además, el astro brasileño mantiene vivo el sueño de regresar a su selección y ser protagonista en el Mundial de 2026.