Opinión

CorrupTebas o la paletada de no jugar en Navidad

LaLiga ha vuelto a parar por vacaciones con motivo de la Nochebuena, como si los futbolistas fuesen funcionarios y no millonetis que ganan entre 100 y 800 veces más que el españolito medio

La Premier League ha vuelto a jugar en Navidad mientras la Liga española se detenía
La Premier League ha vuelto a jugar en Navidad mientras la Liga española se deteníaDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

CorrupTebas la ha vuelto a liar por partida doble. Al archimillonario presidente de la Liga de Fútbol Profesional se le ha ido de las manos el tema del Covid con alrededor de 100 positivos en Primera, el 20% del total teniendo en cuenta que en la máxima categoría hay exactamente 500 jugadores. Ni uno más ni uno menos. Una auténtica salvajada. No digo yo que combatir el virus chino sea tarea fácil, ni mucho menos, pero sí que la Liga debería haber adoptado algunas medidas colectivas como impedir viajar a sus trabajadores o prohibirles salir de casa. Que no estamos hablando de restringir derechos a gente corriente sino a privilegiados que en el peor de los casos cobran medio millón de euros al año y que en el mejor superan de largo los 10 netos por temporada.

Una industria tan potente económicamente hablando no puede permitirse el lujo de arriesgarse a tener que suspender la competición cuando el calendario es tan apretado, menos aún tener que disputarla con las fuerzas mermadas y con buena parte de las estrellas aisladas y en la cama porque no se ha dispuesto un protocolo como Dios manda. Estas cosas pasan cuando tienes a un presidente más pendiente de ganar pasta como si no hubiera un mañana y de dispararse el sueldo por 10 y el plan de pensiones por no sé cuánto que del progreso de un torneo que desde que él está al mando no ha parado de perder potencia de fuego frente a una Premier con la cual la brecha no deja de agrandarse. La diferencia es que allí están regidos por gente seria como un Gary Hoffman que ha tenido la decencia de dimitir tras dar entrada al descuartizador Bin Salman saudí en el Newcastle y aquí por un sobrecogedor al que lo único que le importa es su bolsillo, después su bolsillo y para terminar su bolsillo.

Javier Tebas, apodado “CorrupTebas” tras ser imputado por sus vínculos ocultos con el Fuenlabrada, ha vuelto a hacerla al insistir por décimo año consecutivo en la paletada que supone el hecho de suspender la competición por vacaciones en Navidad. Como si estuviéramos hablando de funcionarios y no de millonetis que ganan entre 100 y 800 veces más que el españolito medio. La Liga ha estado cerrada a cal y canto con motivo de la Nochebuena. Un proceder que llama poderosamente la atención a los que seguimos muy de cerca el deporte internacional. Un meteórico análisis comparado permite colegir que, mientras nuestros jugadores estaban de “vacas”, la competición de fútbol americano, la NFL, disputó dos jornadas, y la NBA programó cuatro partidos por equipo. La liga pelotera mejor dirigida del planeta, la Premier inglesa, tampoco hizo parada y fonda. Todo lo contrario: cada uno de sus equipos ha jugado dos encuentros en el mismo periodo, el primero en ese Boxing Day del 26 de diciembre que es una de las grandes tradiciones en Reino Unido y las naciones escandinavas. Esta festividad, en realidad la segunda de la Navidad en esos países, rememora una costumbre medieval: la jornada en la que los nobles entregaban cestas navideñas y toda suerte de regalos a las clases más necesitadas. A nivel futbolístico es lo más. El calendario se suele cocinar para hacer coincidir algunos de los partidos más importantes. Todo ello con la vista puesta en disparar las audiencias televisivas congregando frente al televisor a toda la familia. Sobra decir que los ratings de audiencia son descomunales. Turquía y Portugal han imitado estas fiestas a la Premier por primera vez en la historia.

Las consecuencias de ésta y otras chapuzas de CorrupTebas son palpables y, lo que es peor, cuantificables. Movistar, los monstruos del fútbol en televisión, saben de qué hablo. Allá por 2016 tenían 4 millones de abonados y ahora están en torno a los 2,5. Claro que entonces trabajaban en la Liga un tal Cristiano, un chico apellidado Messi y un mago llamado Neymar. En estos cinco años la Liga inglesa ha efectuado toda suerte de retoques para no perder atractivo mientras la nuestra continúa esclerotizada como lo demuestran hechos como este parón de fin de año. Consecuencia: mientras la competición capitaneada por CorrupTebas ha renovado los derechos televisivos por 940 millones, por mucho que mientan menos que en el anterior contrato, la Premier acaba de firmar 1.950 por temporada. La diferencia entre gestores paletos y profesionales de primera. Así nos va y así nos irá. Y, mientras, todo dios, clubes y medios apesebrados, callados. Poderoso caballero es don dinero.