Real Madrid
Siempre sale el sol
Benzema recibió el apoyo y el cariño del Bernabéu. Marcó dos goles y ya suma 8 en Liga. En el vestuario se le ve contento. Su familia le arropa, mientras intenta dejar de lado lo que ocurre en Francia
Benzema recibió el apoyo y el cariño del Bernabéu. Marcó dos goles y ya suma 8 en Liga. En el vestuario se le ve contento. Su familia le arropa, mientras intenta dejar de lado lo que ocurre en Francia
Al Bernabéu le costó mucho entender el fútbol de Benzema, porque los que esperaban un delantero goleador no lo veían en él y los que quería un media punta, tampoco sabían que hacía en el área. Pero ahora, en los momentos difíciles, le han convertido en uno de los suyos. Contra el Getafe hizo dos goles y se llevó la mayor ovación de la tarde en un día en el que la grada del estadio tenía ganas de crítica. Antes del minuto cuatro, el francés había marcado y con ese tanto terminó con cualquier disputa. Tras unas semanas más que difíciles, intentando olvidar con el fútbol lo que le pasa en Francia, Benzema se sintió a gusto consigo mismo y con lo que hacía. «Estoy bien, tengo una niña que crece, que habla conmigo y que me hace reír. Trabajo y estoy en un gran club. Como se dice, después de la tormenta, siempre sale el sol. Estoy sereno y tranquilo», afirmó en la segunda parte de la entrevista a la televisión francesa en la que rompió su silencio.
«Los futbolistas están hechos con otra sangre», dicen en el Madrid, «pero es muy difícil que una cosa así no te afecte». El delantero está tocado, pero ha encontrado en el vestuario un refugio en el que intentar hacer su vida normal. Su padre ha venido a verle, su hija le alegra la vida y los compañeros le hacen sentirse acogido. En Francia, mientras, tiene que escuchar cómo se debate sobre todo lo que hace y se pone en duda hasta su participación en la selección francesa. «No tengo miedo de no jugar la Eurocopa, porque hay muchas cosas en la vida para tener miedo. La Eurocopa es algo grande y sueño con jugarla, como muchos jugadores. Es una Eurocopa y además se juega en Francia. No tengo miedo y espero que todo se arregle rápido para poder disputar esa competición», asegura. En la capital de España pasa más inadvertida su situación y en el vestuario no tiene ningún problema. Al revés, está viviendo uno de sus mejores años, con mucho gol y mucha participación en las victorias del equipo. Todo lo que está en su contra en su país, está a favor en el Bernabéu. «Había hablado con Benzema esta semana y quedamos en que tenía que marcar dos tantos. El hecho de que los haya marcado incide más en lo que ya he dicho: es muy importante para nosotros y hace jugar bien a los demás», explicaba ayer Benítez. El entrenador, al que muchos acusan de poca empatía con el vestuario, está cuidando a su delantero porque sabe que su situación es de las más delicadas de todos los jugadores de la plantilla: «Cuando hablé con él tenía muchas ganas de jugar. Está centrado y sabe que tiene que hacerlo bien futbolísticamente porque eso le puede ayudar a afrontar cualquier problema».
Cerca del balón y de la portería, cerca de los compañeros, se le ve más relajado y centrado. Lleva 8 goles en Liga, a sólo uno de Cristiano Ronaldo. Cuando Benítez llegó al Madrid pidió a sus jugadores más goles. Se lo dijo a Isco y a James, pero al francés le puso una cifra de 25 tantos. Quería que fuese un futbolista con más hambre. Han pasado tantas cosas al Madrid y a su delantero, que podía pensarse que se había olvidado del reto que le puso al principio su entrenador. Por lo visto contra el Getafe, no es así. Marcó un gol de un toque, estuvo a punto de hacer otro de cabeza y logró el segundo revolviéndose bien en el área. Cuando ha faltado, se ha dicho que el equipo, pero sobre todo Cristiano Ronaldo le han echado de menos. Frente al Barcelona estuvo, aunque como si no. Quizá el partido del Getafe ha sido su punto de inflexión, el que le permita olvidar todos sus problemas.
No va a ser sencillo, claro. Porque hasta figuras políticas en Francia hablan acerca de si debe estar o no en la selección o de si no guarda respeto a «La Marsellesa». Se dijo, incluso, que había escupido después de escucharla en el partido posterior al atentado de París. «Es algo lamentable, es absurdo que se invente una historia como ésa, de hablar así y decir cosas tan graves como que escupía sobre ‘‘La Marsellesa’’ o las víctimas. Durante todo el himno estoy concentrado. Pienso en las víctimas, en sus familias, en la mía también y en el fútbol. Soy sincero y escupo al final como en todos los partidos y como todos los jugadores. En ningún momento, en mi cabeza pienso escupir sobre ‘‘La Marsellesa’’ o algo así. Es lamentable hacerme pasar por alguien que no respeta el país, que no respeta a los muertos. Esto me toca, me hace daño», explica en la entrevista.
El asunto con el himno francés viene de lejos, porque no suele cantarlo: «No pienso en cantarla o no. Estoy concentrado, orgulloso de estar con el equipo de Francia. Tengo muchos recuerdos de este equipo, como cuando lo veía por la televisión en 1998 durante la Copa del Mundo. Pienso en los jóvenes, en mi familia que me mira también. Me siento francés y todas estas polémicas van demasiado lejos y eso me pesa», continúa. Dice que Deschamps, el seleccionador francés, le «apoya» y que sí quiere jugar con Valbuena. Intenta solucionar un asunto complicado. En Francia le miran con suspicacia. En el Real Madrid le quieren.
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