Sin CR7, Asensio

El curso pasado, Zidane lo utilizó siempre como sustituto del portugués en el sistema de rotaciones. «Se dio esa casualidad», reconocía Marco.

«Bueno, sí, se dio esa casualidad y he intentado hacerlo lo mejor posible y aportar el máximo al equipo para ganar», decía Marco Asensio tres días antes de la final de la Liga de Campeones ante la Juventus. El canterano se refería a su condición de sustituto oficial de Cristiano, porque el curso pasado Zidane lo quería en el campo cuando el portugués descansaba. Era una de las reglas fijas en las rotaciones del técnico, que veía en las condiciones de Marco algo parecido a lo que le aporta Ronaldo al equipo. El ex del Espanyol tiene gol, profundidad, desborde, pegada y atrevimiento. Él mismo contaba a este periódico que entró con cierto respeto en el vestuario blanco. «Desde fuera sí impresiona un poco todo lo que es el Real Madrid, pero luego, una vez que estás dentro, te sueltas». Una timidez de la que se olvida cuando salta al campo.

Marcó el día de su estreno en las cinco competiciones que ha disputado en el año y poco que lleva vistiendo de blanco. Desde su estreno en la Supercopa de Europa de 2016 con un golazo al Sevilla hasta la bomba que estrelló el domingo en la escuadra de Ter Stegen, Marco se ha ganado la confianza de Zidane y un hueco entre los preferidos de la afición madridista. Es el mejor futbolista de su generación y uno de los próximos líderes tanto en el Real Madrid como en la Selección. «Siempre se me ha dado bien jugar al fútbol», resumía para explicar lo natural que le ha resultado hacerse importante en una plantilla cargada de estrellas. Zidane le pide que juegue como sabe y él, es lo que hace. Está especialmente orgulloso de su gol al Bayern en el Bernabéu y de la asistencia, precisamente a Cristiano, en el Allianz Arena, el día que entró para sustituir a Bale. Se lesionó el galés y apareció Asensio con la tranquilidad de un veterano de vuelta de todo. Su calidad no entiende de escenarios complicados, como se pudo comprobar en el Camp Nou. Se plantó en la frontal del área y conectó un zurdazo magnífico que deja a su equipo más cerca del segundo título del presente ejercicio.

El canterano ha sabido adaptarse a no jugar siempre y también a ser decisivo en los huecos que le ofrecen las rotaciones. Ahora, con Cristiano sancionado los próximos cinco partidos (si no prospera el recurso a Apelación), el mallorquín va a tener más oportunidades. El carril izquierdo está libre y él se siente preparado para ocupar el hueco que deja Ronaldo. El año pasado no le hicieron falta las lesiones o las sanciones para adelantar a otros centrocampistas ofensivos con más experiencia. James ni entró en la convocatoria en la final ante la Juventus. Asensio le ganó ese hueco, apareció en la segunda parte y hasta marcó uno de los goles.