Sólo puede quedar uno

El sorteo de la repesca de la zona europea para acceder al Mundial de Brasil dejó un emparejamiento entre Portugal y Suecia que apartará de la competición más importante del planeta a dos figuras indiscutibles del panorama fútbol: Cristiano o Ibramovic no viajarán este verano al país sudamericano.

No hay sitio para Cristiano Ronaldo e Ibrahimovic en el próximo Mundial. Sólo podrá estar uno. El azar quiso que sea imposible ver juntos en el torneo a dos de los mejores futbolistas del momento, que se van a encontrar antes, en la última frontera, y uno de los dos no tendrá más remedio que ver los partidos de Brasil 2014 desde la grada o por televisión. Sus selecciones no han hecho los deberes a tiempo y ahora se ven obligadas a acudir a una repesca en la que no hay ninguna duda de cuál es la eliminatoria estrella. No juegan solos, pero el doble pulso (15-19 de noviembre) entre Zlatan y «CR7» va a acaparar toda la atención del planeta fútbol. Ambos se han enfrentado dos veces con la camiseta de sus países y ninguno fue capaz de marcar. En la historia, Portugal y Suecia se han encontrado en 15 ocasiones, con seis triunfos de los lusos y tres del conjunto que viste de amarillo y azul. El resto fueron empates (6).

Suecia no ha tenido demasiadas opciones de alcanzar el primer puesto de su grupo durante la fase de clasificación, y eso que se las apañó para arrancar a Alemania el único empate que han cedido los de Joachim Löw. Pero la derrota ante Austria y un empate frente a la República de Irlanda les acabó alejando de los germanos, que en el último encuentro ganaron en Solna cuando ya estaba todo decidido. Peores han sido las sensaciones que deja la trayectoria de Portugal, porque Rusia no era un rival tan temible para pasar como líder. La derrota en Moscú y dos igualadas consecutivas ante Irlanda del Norte e Israel les hizo ir siempre a remolque y aunque ganaron cuatro de los últimos cinco choques, ya no dependían de sí mismos.

Todo esto ya es pasado y los dos países se encomiendan a sus iconos para poder alcanzar la fase final del Mundial. Los números de Cristiano con Portugal están muy lejos de ser los que firma con el Real Madrid. Menos de medio gol por encuentro promedia jugando con sus compatriotas y la sensación es que le cuesta más decidir los encuentros. Algo así como lo que hasta hace poco sentía Messi cuando cambiaba las rayas azulgrana por las albicelestes. El verano pasado llevó a Portugal hasta la tanda de penaltis de la semifinal de la Eurocopa, pero no pudo marcar ante España durante los 120 minutos y se quedó sin tirar el quinto penalti de una tanda que cerró Cesc Fàbregas.

Los lusos no han faltado a ningún Mundial con él en la élite, y en principio son favoritos ante Suecia en la repesca. Esto es lo que piensa Ibrahimovic, que tras «inventar» este fin de semana otro gol marca de la casa, con un remate de tacón imposible para el resto, expresó en las redes sociales sus sensaciones tras el sorteo: «Portugal es favorita, van a ser dos duelos espectaculares, dos finales con muchos buenos jugadores sobre el césped. Tenemos que reducir los errores, el que más cometa se quedará sin Mundial», decía Zlatan. Su seleccionador reclamó el protagonismo de su estrella, a la que colocó a la altura del líder portugués: «Ronaldo es un jugador de clase mundial, impredecible, que puede dar un extra. Lo positivo es que nosotros también tenemos a uno así», dijo Erik Hamrén. La Prensa local se refería a Portugal como un «enemigo de pesadilla», mientras que Paulo Bento, técnico luso, decía estar convencido de que se clasificarán, restando importancia al detalle de que el partido de vuelta tendrá lugar en Suecia.

Un poco más de suerte tuvo Francia, otro transatlántico en problemas y que acudió al bombo de Zúrich sin ser cabeza de serie. Los de Deschamps se verán con Ucrania, una bendición teniendo en cuenta que el destino podría haberles cruzado con Portugal. Además, Benzema, Varane y compañía jugarán la vuelta en Saint Dennis, una ventaja más para no quedar fuera de un Mundial por primera vez desde que ganaran en 1998. De los otros dos emparejamientos, Grecia y Croacia deberían sacar sus billetes para Brasil.