Tenía bajas el Real Madrid en defensa. En toda la defensa. Ninguno de los cuatro jugadores que alineó Mourinho hubiera figurado en un teórico equipo titular al principio de temporada. Quizá Arbeloa, pero en el lateral derecho, no en el izquierdo. Después de lo de ayer, el entrenador portugués tiene motivos para pensar. Nadie duda de que la pareja Pepe-Sergio Ramos es de las mejores del mundo, pero Raphael Varane aprieta. Ayer dio el estirón en un clásico. «Tiene 19 años y el partido que ha hecho ha sido perfecto. Mejor no se puede hacer», lo alabó Karanka, que también era central. El defensa francés tenía al lado a Carvalho y los años se notaron. El portugués sufrió y además recibió una amarilla en la primera mitad. Lento y errático, casi regala el0-1, pero falló Xavi... O Varane evitó el gol en la línea. Raphael, además, corregía todos los errores de sus compañeros. Se atrevió a echar una carrera a Messi y se la ganó, y le rebañó varias pelotas cuando el argentino ya encaraba la portería. También le «levantó» un balón al límite a Cesc, que había comenzado el esprint mucho antes. Hasta los rivales tuvieron buenas palabras para él. «Los que han jugado han demostrado por qué están en el Madrid», afirmó Roura. Varane cumplió de sobra en su área y lo hizo de forma limpia, sin cometer una falta. Completó su gran noche con el tanto del empate, el tercer gol que logra desde que llegó al Bernabéu. Brilló de área a área y se llevó la felicitación de Mourinho y sus compañeros en el vestuario. «Ha sido mi mejor partido con la camiseta del Real Madrid. Quiero seguir así», decía después el jugador.