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Un club indignado

El Real Madrid no se explica por qué Undiano no pitó el penalti. «¿Y Sánchez Arminio no va a hablar?», dicen

Cristiano Ronaldo protesta tras el empujón de Mascherano. Foto: Reuters
Cristiano Ronaldo protesta tras el empujón de Mascherano. Foto: Reuterslarazon

La caída de Cristiano Ronaldo en el área se repite en la cabeza de casi todos los madridistas. La memoria es caprichosa, pero es difícil no grabar una imagen a la que le han dado vuelta durante todo el fin de semana. El madridismo estaba como Ronaldo al final del partido. Acabó desesperado, reprochándole al árbitro Undiano Mallenco que no hubiese señalado el penalti que le hace Mascherano, cuando el Barcelona va ganando 1-0 y el Real Madrid domina. Tras el gol de Alexis, el futbolista portugués estalla, indignado. En el centro del campo, para sacar tras el segundo tanto barcelonista, Ronaldo mira al árbitro, señala al área contraria y repite: «Allí penalti, allí penalti». No puede contenerse.

Se podía pensar que dos días después del choque, al club blanco se le habría pasado el enfado, que el paso del tiempo habría atenuado la sensación de injusticia con la que los futbolistas, el entrenador y parte del equipo directivo llegaron el mismo sábado por la noche a la capital. Pero ayer, y posiblemente aún hoy, no podían reflexionar acerca del partido como se hace habitualmente. No podían porque estaban aún enervados. El arbitraje no gustó a ninguno de los dos equipos y, sin duda, no fue el día más acertado de un colegiado experimentado, que arbitraba su octavo clásico. En el Bernabéu escuece y no encuentran cura a la jugada de Ronaldo. No se explican las pocas dudas del colegiado.

Cristiano llega con ventaja al pase de Di María al centro del área y Mascherano, perdida la posición, se acerca por detrás, saca el brazo y le empuja para evitar su remate. El delantero del Real Madrid pierde el equilibrio y se esfuma una ocasión clara de gol.

Ni el juez de línea, que está en paralelo a la acción, tiene visión libre para ver la jugada; ni el colegiado, que se encuentra detrás, pero que también puede observarla con claridad, consideran que el barcelonista cometa penalti. Cuando ocurre el empujón, Undiano Mallenco corre hacia el área y con el brazo insiste varias veces en que se siga jugando, en que no ha sucedido nada. Mascherano se da media vuelta y continúa con el juego, mientras Cristiano Ronaldo cae de rodillas, primero mira al linier y al ver que éste sigue con el partido y vuelve a correr la banda, mira desesperado a ningún sitio, sin consuelo.

Está claro que la jugada le persigue durante el resto del encuentro. La recuerda tras el gol de Alexis y cuando acaba el partido, abrazado a Puyol, sin rencor y como dos compañeros de profesión, hablan de lo que ha sucedido. Ronaldo le señala el área de Valdés, donde ha ocurrido todo. Puyol parece decirle que han pasado más cosas durante el partido.

Cristiano fue el más expresivo en el campo, quizá porque fue él quien sufrió el empujón del rival y no tuvo ninguna duda desde el principio. Pero después todos los futbolistas y el entrenador madridista coincidían en que fue penalti y en que podría haber cambiado el desarrollo del encuentro.

Pasadas las horas, en el Madrid siguen sin entender por qué no se sancionó. Creen que es muy claro, que en un partido de fútbol hay muchas situaciones polémicas y confusas, en las que es fácil dudar y tomar una decisión acertada... Pero una vez que han visto varias veces la acción de Mascherano siguen sin explicarse que Undiano Mallenco continuara con la jugada y que el juez de línea no le comunicara nada.

Ayer, todas las zonas del club estaban tan indignadas como el futbolista portugués, sólo que ya no había cámaras para grabar su enfado. «¿Ha salido ya Sánchez Arminio a decir algo?», decían sin poder contener su enfado.

Después del error de Muñiz Fernández en el partido que el Real Madrid ganó en Alicante contra el Elche, de penalti en el último minuto, el presidente del Comité Técnico de árbitros de la Federación Española de Fútbol, aseguró: «No sé cómo se encuentra Muñiz. Si ha tenido algún problema familiar o alguna cosa por la que él, a lo mejor, no estaba en el momento propicio».

En el club no entendieron que el presidente de los árbitros saliese a comentar la actitud del árbitro cuando lo habitual es el silencio y no comentar nada sobre los partidos. Ayer los árbitros guardaron silencio. Mientras el Real Madrid seguía sin sacarse de la cabeza la caída de Ronaldo.

PERFIL

Undiano Mallenco. Árbitro de fútbol

Un sociólogo en el centro de la polémica

Cuando era pequeño, Undiano Mallenco quería ser portero, pero no servía para eso. Fue en la adolescencia, sobre los 14 o 15 años, cuando descubrió que se podía dedicar al fútbol, pero de otro modo. «Soy una persona bastante tranquila y lo llevo todo con bastante normalidad. Procuro estar al margen de todos los comentarios, antes y después del partido», aseguraba en una entrevista a la web Quality Sport. Undiano acabó la carrera de sociología y después la de Ciencias Políticas. Fue subdirector del Área de Bienestar y Deporte del Ayuntamiento de Navarra, pero lo tuvo que dejar para poder pitar encuentros internacionales. En esa época, en 2009, aseguró en una entrevista al «Diario de Navarra»: «Puede dar rabia ver el gasto del fútbol y compararlo con las necesidades que existen y que atienden a diario los profesionales del área. Ellos son los que viven en primera línea el dramatismo de personas que lo pasan mal. Estamos hablando de dos mundos totalmente opuestos y te das cuenta de la injusticia del mundo del fútbol, que no del arbitraje. En el fútbol se habla de millones con mucha alegría».