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Un día para aprenderse la lección
Ancelotti repite once para que Kroos y James se acoplen cuanto antes
La temporada pasada, Modric fue uno de los jugadores fundamentales del Real Madrid porque ayudaba a sostener el centro del campo. Este año, con compañeros nuevos a su lado, el croata, que ejerce su labor muy lejos de las zonas de peligro, es menos determinante en el juego del equipo. Modric necesita adaptarse a los recién llegados: saber cómo juega Kroos, con características distintas a Xabi y también con menos jerarquía, y esperar a que James estalle y encuentre su posición en el esquema.
Es el centro del campo lo que define a cualquier equipo. Es el centro del campo lo que más ha cambiado el Madrid y necesita ser trabajado: «Tenemos que acostumbrarnos a jugadores nuevos, buscar más naturalidad en el juego», explicó ayer Carlo Ancelotti. Frente a la tensión que se vive con todo lo que rodea el Real Madrid, frente a las dudas y a la ira con la que muchas veces el público del Bernabéu mira a su equipo, el entrenador italiano se mantiene tranquilo, con el aplomo de quien conoce la solución a los problemas. Donde otros tienen prisa y urgencias, él pide tiempo para poner en marcha todo. Que es cuestión de aprendizaje, de jugar juntos: «Hay futbolistas que han llegado en el mes de agosto, no ha habido mucho tiempo para entrenarnos. Se necesita tiempo», insistió ayer. Dos de los nuevos, James y Kroos, fueron los que más tarde aparecieron en Madrid, porque llegaron lejos en el Mundial. No estuvieron en la gira y los dos son vitales para el funcionamiento general. Kroos empezó muy bien y su rendimiento ha ido bajando. Aún le falta hacerse con el mando del equipo y juega en su contra desconocer el idioma. James, que no tiene ese problema, ha sorprendido porque no le asusta nada. Pero aún no ha llegado su mejor versión: «Me falta para estar perfecto. Quiero entrenar bien, cada día estoy mejor. Estoy en un grupo nuevo, poco a poco voy estando mejor. Cada día estoy físicamente y mentalmente bien», explicó el colombiano.
Y nada mejor que el Basilea, después del encuentro contra el Atlético, para tener tiempo y seguir con la nueva lección de este año. Es un partido oficial, pero el rival no parece tan potente como para hacer peligrar las pruebas. El choque de hoy es un modo de ganar tiempo, de asentarse, de presentarse otra vez ante un estadio algo nervioso. «Me siento como un entrenador que tiene que arreglar cosas, como el año pasado –siguió ayer Ancelotti–. Este partido llega en buen momento para que tengamos una buena reacción y demostrar lo que tiene bueno el equipo».
La temporada pasada estuvo dando vueltas tanto al sistema, como a los nombres hasta que recuperó a Xabi Alonso. Este año lo tiene mucho más claro. Va a repetir el mismo once del sábado, que fue el que jugó contra el Córdoba y el que, menos en el lateral derecho, ganó la Supercopa en Cardiff. Cuando el técnico habló de cambios, no se refería a los titulares. Ahí no duda. Los nombres están definidos, falta otra cosa: «Es una cuestión de actitud, por eso no he cambiado la alineación. Contra el Basilea será igual. Necesitamos más continuidad. El nivel de juego de este año es superior al año pasado, pero necesitamos continuidad».
El Real Madrid tuvo buenos minutos con la Real y algunos más contra el Atlético. Carlo Ancelotti, el más calmado de la entidad, ve algo positivo en ello. Ha hablado con los futbolistas: «Estamos de acuerdo en que falta continuidad, ritmo y que hemos perdido un poco de equilibrio». El primer paso hacia la «Undécima» es aprender, es encontrarse.
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