Adiós al «Sabio de Hortaleza»
Un grande del fútbol
Era un hombre con mucho carácter, con una personalidad muy definida, pero entrañable. Lo que más recuerdo de él es que valoraba mucho el grupo, un defensor del futbolista en todos los sentidos. Era muy humano y trataba a los futbolistas de la mejor manera para hacerles llegar las cosas y que las comprendieran. Él tenía un diálogo muy campechano con los futbolistas, sabía llegarles y les hablaba muy directo. Muchas veces se dirigía a ti como si fuera un jugador aunque siempre se hacía respetar.
Cuando tenía que estar serio lo estaba, y cuando había que hacer bromas, era el primero en gastarlas, aunque por su aspecto no lo pareciera. Recuerdo una vez que los jugadores le pusimos un mote en el vestuario y se enteró al día siguiente. Pensamos que nos iba a echar una bronca monumental, sin embargo, se las ingenió para hacer un chiste sobre ese apodo. Muy pocos futbolistas han hablado mal de él después de tenerlo como entrenador. Siempre estará en la mente de todos los aficionados al fútbol. Ha sido un estandarte y si en el escudo del Atlético se pusiera una bandera con los futbolistas significativos, él sería el candidato número uno a estar en ella. Lo ha sido todo para ese club de jugador y de entrenador.
Y en la Selección española fue el pionero de ese estilo característico y reconocido en todo el mundo, que tantos éxitos y alegrías nos ha traído. Fue un grande del fútbol tanto de jugador como durante su etapa en los banquillos y dejó un gran recuerdo en los clubes en los que militó y en el combinado nacional.
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