Un «killer» con una deuda pendiente

Durante algunos años, Cristiano Ronaldo debió de pensar que la rivalidad entre el Real Madrid y el Atlético era una broma. O una cosa del pasado sin sustento en el presente. Porque cada vez que se enfrentaba a los rojiblancos, sumaba una victoria. Algunas complicadas, otras más sencillas. Algunas, con él como principal protagonista, como aquel día que le hizo tres tantos a Courtois en el Calderón, cuando éste aún no era el portero que es hoy. «Es un goleador», decía escuetamente el rojilblanco. El portugués le tenía cogida la medida y cuando lanzaba una falta, Courtois perdía toda la habilidad que hasta entonces había mostrado. En total, el guardameta belga ha recibido seis tantos de CR7, el último en la final de Copa de la temporada pasada, que no sirvió para ganar el título.

Ahí tiene Ronaldo una espina clavada. En su mejor año deportivo, cuando se ha llevado el Balón de Oro, no logró derrotar al Atlético de Madrid. Como si hubiese descubierto de repente el motivo de la rivalidad entre ambos equipos. No jugó el encuentro de la segunda vuelta de la Liga 2012-2013 para descansar, sí estuvo en la final de Copa y en el primer derbi de esta temporada. Dos derrotas. «No me tiene muy sorprendido el Atlético. Les veo muy fuertes, muy organizados, con un gran entrenador. Es un equipo muy fuerte que va a ir este año a ganar la Liga», aseguraba CR7 en diciembre del año pasado.

Fue en el partido de Liga mucho más que en el de Copa donde el Atlético sorprendió totalmente al Real Madrid: no le dejó hacer su fútbol y le impidió marcar con Cristiano Ronaldo en el equipo. Es la única vez que ha sucedido esta temporada. El equipo de Ancelotti no hizo un tanto contra el Xátiva en el primer duelo de la Copa, pero no jugó el portugués. El resto de encuentros disputados: 21 de Liga, seis de «Champions» y cinco más de Copa, los haya ganado, perdido o empatado ha marcado goles. Sólo el Atlético se inventó una red defensiva que derrotó al conjunto más goleador y al futbolista que más tantos hace.

Es probable que Ronaldo no lo haya olvidado. Es un futbolista que se marca retos diarios. Que van ensanchando sus límites. Y para el encuentro de mañana tiene mucho que demostrar. Tanto Gurpegui como Iturraspe y Ayza Gámez lograron que perdiera los nervios cuando ya no lo hacía con tanta facilidad. No fue justa la expulsión, pero Ronaldo entró en una guerra en la que llevaba las de perder, en campo contrario y con el público apretando al colegiado. Mañana, antes del partido sabrá de cuántos partidos es la sanción que recibe. Quizá un par. Por eso, los duelos contra el Atlético han cobrado más importancia. No va a estar en los siguientes duelos de Liga. Va a ser mucho tiempo sin marcar. Va a tener que matar el hambre por adelantado.

Una expulsión cada día más inexplicable

En el acta, Ayza Gámez aseguró que expulsó a Ronaldo por «golpear con la mano en la cara de un contrario, estando el juego detenido», pero si se refiere a la acción con Gurpegui, en la que Ronaldo responde a un empujón, la jugada sucede con el balón en movimiento. Sí es con Iturraspe, ambos forcejean y es difícil ver que Ronaldo le golpea. Añade Ayza Gámez que al irse Ronaldo se palmea en la cara dirigiéndose al cuarto árbitro, lo que es una interpretación personal y que viendo las imágenes no queda claro. El Madrid presentará alegaciones.