Restringido
Un perfeccionista
Le conocí bastante en mi etapa de jugador del Celta; compartimos tiempo en las concentraciones, y también mucho fuera de ellas, en comidas y cenas a las que íbamos con nuestras mujeres. Alguna vez se quedó en casa, aquí en Madrid, cuando pasaba o se iba de vacaciones. Con pocas personas he disfrutado tanto hablando de fútbol como cuando lo hacía con Tito; preferíamos hablar de otras temas, pero irremediablemente llegábamos al fútbol y entonces se le iluminaba el rostro. De pronto, su timidez se tornaba en aplomo y seguridad en ese terreno y ya entonces empezaba a vislumbrar su faceta de estratega, que luego daría sus frutos junto con Pep en el Barça. Era tremendamente perfeccionista y quizá era ése su punto más débil; se exigía tanto cuando jugaba que cuando algo no le salía como él pensaba que tenía que ser, se enfadaba; pero sin embargo, era también su punto más fuerte, puesto que sabía cómo se tenía que hacer y era capaz de hacerlo ver a los otros con facilidad y, sin duda, en su etapa como entrenador le ha servido de mucho.
* Fue compañero de Tito Vilanova como jugador del Celta en las temporadas 1993/94 y 1994/95
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