F. C. Barcelona
Valverde relaja la tensión del derbi
Valverde baja la tensión de un derbi caliente por las palabras de Piqué y Busquets, la denuncia del Espanyol, los cánticos de Cornellá...
Un vistazo al escudo del Espanyol acaba con el debate: «RCD Espanyol de Barcelona». Las palabras de Piqué diciendo que el eterno rival vecino es de Cornellá, no de Barcelona, eran para herir el orgullo de su afición. Pero antes de ello, parte de esos aficionados le dedicaron al futbolista azulgrana inaceptables cánticos en los que deseaban que su hijo se muriera, como mayor barbaridad, a la que siguieron otras sobre él y su familia. Después de esas manifestaciones, el Espanyol denunció ante Antiviolencia al central y a Busquets, que dijo que en el duelo de Copa, en la ida, que ganaron los «pericos», lo celebraron como si ya hubieran superado la eliminatoria. Se les abrió un expediente que el Barça ha recurrido. Pero es que en el Camp Nou también hacen cánticos despectivos contra el Espanyol, pero es que antes... Todo el mundo puede buscar motivos que expliquen si fue antes el huevo o la gallina, pero las consecuencias son que el partido que tienen que volver a jugar hoy el Espanyol y el Barcelona en Cornellá sea de alto voltaje y haya sido declarado de alto riesgo. Los entrenadores de ambos equipos quisieron rebajar la tensión y retomaron la tradicional foto de los técnicos antes del derbi, rota los últimos años por la mala relación de Luis Enrique y Quique Sánchez Flores. Valverde y Flores posaron en el estadio españolista con la camiseta de su equipo y hubo complicidad entre ambos. Antes, el preparador del Barcelona intentó hacer de pacificador en la sala de prensa. De hecho, durante dos temporadas fue futbolista del club «perico», y en otras dos lo dirigió desde el banquillo. «Somos rivales, pero somos compañeros. A veces nos enfadamos, pero se termina y estamos metidos en lo mismo. Parece siempre que es todo mucho más de lo que luego es. Es sólo un partido de fútbol, que gane el que mejor juegue», aseguró el Txingurri, que sí habla de rivalidad, pero en un plano deportivo. «Se hace mucho ruido, y luego al final la gente es muy normal. El partido [de Copa] en el campo del Espanyol fue un partido con tensión, pero normal. No creo que sea diferente. La bola se ha hecho grande», prosiguió el entrenador azulgrana. «No espero un duelo duro ni agresivo», añadió en el mismo sentido.
El Barcelona busca la victoria en el único campo en el que ha perdido esta temporada, sin contar la Supercopa, aunque el 1-0 quedó en anécdota porque después lograron remontar en la vuelta de cuartos de la Copa del Rey. Valverde tiene dudas en la alineación. No pensando en que el próximo jueves se mide al Valencia en busca de la final de Copa, sino en la acumulación del mes de enero, en el que no han tenido descanso al ir avanzando en la competición del «k.o». Jugadores como Alba, Busquets, Iniesta o Sergi Roberto podrían descansar.
Quique Sánchez Flores, por su parte, apeló al corazón, pero con cabeza: «Representamos un sentimiento que se tiene que notar, pero hay que controlar las energías, que nos deben durar todo el partido, porque desgasta mucho jugar ante este tipo de rival». El Espanyol, irregular este curso, ya fue quien acabó con un Atlético que no había perdido.
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