Villar, en la cuenta atrás

La reunión ordinaria del TAD que se celebrará el próximo viernes puede marcar el futuro del presidente de la Federación

El Consejo Superior de Deportes (CSD) continúa esperando que lleguen las alegaciones de Ángel María Villar. Aún no ha recibido la documentación que le solicitó para que aclarara las presuntas actuaciones irregulares que permitieron al Recreativo tramitar las fichas en las dos últimas temporadas y al Marino de Tenerife, inscribirse en la competición de Segunda B en la 2012/2013.

La Ley de procedimiento administrativo le permite entregarlos en cualquier otro registro habilitado, no tiene que remitirlos directamente al Consejo de manera obligatoria. El CSD no pierde la paciencia. Espera recibir esta semana los papeles –documentación y alegaciones–. Si no llegaran o si las argumentaciones no convencieran al Consejo, la reunión del TAD (Tribunal Administrativo del Deporte) del próximo viernes podría ser decisiva para el futuro del presidente de la Federación. El CSD trasladaría un informe al TAD a partir del cual se le podría abrir un expediente de inhabilitación.

El Consejo prefiere no dar un paso en falso y cumplir estrictamente los plazos marcados. Aunque el plazo, en realidad, terminaba el pasado miércoles. Pero el CSD recibió un día después una nota de la Federación en la que le comunicaba que se había tomado la licencia de enviar toda la documentación de una sola vez, a pesar de que se trataba de dos casos diferentes. El CSD informó de su disconformidad y continuó a la espera de unos papeles que pueden marcar el futuro del presidente de la Federación.

Villar juega con los tiempos, con la esperanza de que pueda haber un cambio de gobierno que aleje a Miguel Cardenal de la secretaría de Estado para el Deporte y encontrarse con alguien menos beligerante. Mientras, ha presentado también un recurso ante la Audiencia Nacional contra la orden ministerial que regula las elecciones en las federaciones deportivas españolas. Alega una injerencia gubernamental que entra en contradicción con el reglamento de la FIFA. La amenaza implícita es que podría excluir de todas las competiciones internacionales a la Selección y a los clubes españoles. Este argumento ya lo utilizó antes de las elecciones de 2008, que debía haber convocado en la primera mitad del año, como todas las federaciones que no hubieran logrado representación para los Juegos de Pekín. Entonces pudo retrasar las elecciones, que terminaron celebrándose el 24 de noviembre.

El CSD está convencido de que en esta ocasión no triunfarán los argumentos de Villar y no encontrará refugio en los organismos internacionales. La Audiencia ya argumentó en 2009 que no se pueden vulnerar las normas nacionales amparándose en las normativas de las federaciones internacionales. Ahora, queda esperar a la recepción efectiva de la documentación para comprobar si Villar ha cometido alguna irregularidad.