Liga 15-E: Mucho más que un partido

El Madrid sabe que si sale victorioso en el duelo ante el Sevilla elimina a otro rival y deja la sensación de que es inabordable para sus rivales

No mira Zidane más allá del partido de hoy. Sabe que le espera una guerra y que hay que ver cómo se sale de ella. Con Ramos como protagonista y con el nervio y sobre todo contra la ambición del Sevilla. Es el segundo clasificado y ve el choque como el momento ideal para certificar lo que viene pidiendo Sampaoli: que es un candidato para ganar la Liga y que está dispuesto a plantar cara al Real Madrid y al Barcelona. No hay mejor noche para hacerlo, porque el conjunto de Zidane parece inabordable y el Sevilla es consciente de que hoy puede ganar dos batallas: la de los tres puntos al Madrid y la del prestigio, la de presentarse al mundo como aquel Atlético de Simeone que ganó la Liga. «Seguro que el Sevilla va a ser competitivo y podrá mantener la ilusión mucho tiempo. Si eso sucede seremos un equipo de espera, que confirme que es una Liga de tres», dice Sampaoli.

Y todo eso lo sabe Zidane: «No lo veo como una pequeña final. O sí, pero creo que habrá muchas de aquí a final de temporada. Vamos a jugar el primero contra el segundo y seguro que nos lo van a poner difícil. Estamos en un buen momento y vamos a tratar de meter todo lo que tenemos dentro», decía ayer el entrenador blanco. Porque en el Madrid dan vueltas a lo mismo que el Sevilla, pero con una diferencia: ¿Y si pasa lo contrario? ¿Y si el líder derrota al segundo en su campo y suma su partido 41 sin perder? «No, no firmo el empate», aseguró Zizou. «Quiero jugar el partido y vamos a ver lo que pasa. Sólo me preocupa el partido contra el Sevilla y estoy centrado sólo en eso. Lo están haciendo bien en la Liga y quieren ganar, como nosotros. Estamos preparados». Después del encuentro de esta noche quedará un partido de la primera vuelta, dos para el Real Madrid, pero si los de Zidane salen victoriosos, terminarán la primera mitad como líderes y con la sensación de que no hay rivales a su altura en la competición. El Sánchez Pizjuán es la prueba definitiva. El Madrid ha pasado por el Camp Nou y por el Calderón y no ha perdido. Ha ido construyendo un bloque que sabe cuándo relajarse, pero que, principalmente, sabe bien cuándo tiene que ser competitivo. Y son los partidos grandes los que de verdad les apetece jugar a los blancos.

Si el Madrid gana hoy dejará al Sevilla a siete puntos y al Barcelona a cinco y con un partido aún por jugar. No es una diferencia abismal o irremontable, pero sí significativa. Con cinco puntos de ventaja en la jornada 18 llegó el Madrid en la temporada 2011-2012, la última vez que ganó la Liga con Mourinho al mando. Ése era un equipo muy engrasado, que sabía muy bien a qué jugaba y cómo tenía que hacerlo. Acabó ganando el campeonato, con nueve puntos de ventaja sobre el Barcelona. Es decir, aumentó su diferencia en la segunda vuelta. Si el Madrid sale victorioso hoy en el Pizjuán, más que los números, es la tendencia lo que es importante. El equipo de Zidane muestra la misma convicción que en su momento tenía el conjunto de Mourinho.

Es verdad que la Liga es muy larga y que al Madrid le quedan batallas en campos complicados, pero también para los rivales. Y que ahora mismo, pocos muestran la fiabilidad de los de Zidane. Mientras los rivales, como el Barcelona, viven entre crisis internas, nada altera la vida en el Real Madrid, que hace piña contra lo que viene del exterior. Ramos es el último ejemplo y por eso el club sacó ayer por la mañana un comunicado para ponerse detrás de su futbolista y evitar que nada resquebraje la unidad que reina en el club. Lo de hoy no será nada definitivo, sí, pero servirá para aclarar tantas cosas...