Golf

Severiano Ballesteros: la magia de Crans Montana

El campo de Crans-sur-Sierre será siempre recordado por la hazaña que hace 22 años realizó el genial Seve Ballesteros en el hoyo 18, donde se sacó un golpe de la chistera.

Severiano Ballesteros, en Crans Montana
Severiano Ballesteros, en Crans Montanalarazon

Corría el año 1993 cuando Severiano Ballesteros, en busca de su cuarta victoria en el Open de Suiza (ese año Canon European Masters), llegó al 18 necesitando hacer birdie para intentar alcanzar al líder, el inglés Barry Lane.

Su drive, largo y muy desviado hacia la derecha, terminó a metro y medio de una pared de casi tres metros situada entre su bola, una piscina y el green a 120 metros, con un espacio mínimo entre la pared y las ramas colgantes de los árboles.

Tras una larga discusión con su caddie Billy Foster (el caddie actual de Lee Westwood), quien le insistía desesperadamente en que la sacara a la calle de lado, Seve prefirió optar por su opción: abrió la cara del blaster y sacó una bola casi vertical por encima de la pared pero por debajo de las ramas.

Con la pared tan cerca parecía imposible, pero la bola llegó a unos metros del green. Y lo más impresionante fue que la metió desde ahí para conseguir el birdie que buscaba. Foster tuvo que rendirse a la evidencia: "No he visto nunca un golpe así".

Cuando le preguntaron por qué había arriesgado tanto, Seve contestó simplemente: "A mí me gusta jugar hacia delante".

Al final el birdie fue insuficiente y Lane ganó por uno, pero el golpe dio la vuelta al mundo como una de las mejores recuperaciones de la historia del golf.

Una piedra situada en el lugar donde estaba la bola, es testimonio de la genialidad de Ballesteros.