Golf
Spieth se hace con la Jarra de Clarete tras vencer a sus demonios
Tras ganar hace ahora dos años el Masters de Augusta y el US Open, ahora le ha tocado al Open Championship engordar las vitrinas del chico de oro de Texas, Jordan Spieth, auténtico dominador de la prueba desde el minuto uno. Al final, Rafa Cabrera Bello quedó cuarto, un premio de categoría para él
Ya nunca olvidará Jordan Spieth su idilio con Royal Birkdale, un campo que pocas veces da y que esta vez siguió fiel a su estilo, pero Spieth supo sacarle las cosquillas y arrebatarle los registros bajos una y otra vez durante los cuatro días de competición.
Venía, eso sí, con un comienzo maldito, una sombra de duda que le había provocado tres bogeys en los cuatro primeros hoyos, tembleque de muñeca y de piernas, nervios de mantequilla y, por primera vez, la sensación de que en este Open Championship era humano. Sin embargo, supo encontrar el punto de inflexión con un birdie en el 5 y después, en la segunda mitad de recorrido, dar la machada.
Llegó al 13 con Matt Kuchar achuchando de lo lindo, obligándole a una respuesta rápida y contundente y volvió a fallar, otro bogey. Spieth no se encontraba cómodo pero a partir de ahí y de pegar su golpe desde el hoyo de prácticas debido a la falta de espacios, el chip cambió y entró en combustión (birdie, eagle, birdie, birdie y par), golpe sobre la mesa y a sonreir, lo había hecho, el título ya era suyo. Tercer major para él tras hacerse con el Masters de Augusta y el US Open. Ya tiene su triplete y ha vuelto como el ganador que es, igualando al gran Jack Nicklaus como único golfista en hacerse con tres de los cuatro grandes antes de soplar las velas de los 24 años; además, se convierte en el vencedor más joven del torneo desde que Severiano Ballesteros venciera en 1979 con 22.
Por detrás, Kuchar lo siguió intentando (incluso se puso de líder) pero el empuje final del ex número uno fue demasiado para él aunque, lógicamente, se puede despedir más que contento, habiendo peleado de tú a tú desde el principio.
Con la jarra de clarete en la mano se acordó de Michael Greller, su caddie. “Había perdido la fe y él me ha sacado hacia adelante. Este British Open es tanto de Michael como mío. Es una pasada tener este trofeo en las manos. En Kuchar tuve a un gran rival, estuvo 20 minutos esperando y sólo me devolvió una sonrisa. Otro no lo habría hecho”.
Poco más atrás no podemos obviar el final apoteósico de Rafa Cabrera Bello, a la postre cuarto clasificado tras entregar 68 golpes (tres birdies y un bogey) y empatar con Rory McIlroy (67 con eagle, dos birdies y un bogey).
Nombres importantes como Henrik Stenson (70 golpes y T11), Ian Poulter (70 y T14), Hideki Matsuyama (72 y T14), Rickie Fowler (71 y T22), Bubba Watson (70 y T27) y Dustin Johnson concluyó de forma horrible, con 77 impactos.
Rafa Cabrera Bello fue el mejor español y terminó igualado con McIlroy (-5) en cuarta posición, su mejor actuación en un grande (antes, 17º en Masters 2016). Sergio García concluyó en el puesto 37º, con +2 (72 golpes), mientras que Jon Rahm, tras no encontrar a las musas en ninguna de las jornadas, regresa a casa a descansar desde el puesto 44, con un acumulado de +3 y otra ronda de 70 golpes.
Nos vemos el año que viene en Carnoustie.
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