Atletismo
María Pérez también se queda a las puertas de la medalla: cuarta en 20 kilómetros marcha
En las tres pruebas de marcha de los Juegos de Tokio ha habido un español en la cuarta plaza
Otra vez ahí, a un paso, y otra vez que la medalla se escapó. María Pérez terminó cuarta en los 20 kilómetros para completar una gran actuación del grupo español de marcha, sin el premio del podio. En 20 kilómetros masculinos Álvaro Martín fue cuarto y Diego García, sexto. En 50 kilómetros, el cruel cuarto lugar de Marc Tur, cediendo el tercero en los últimos cien metros. Y la brava María Pérez que lo peleó hasta el final en una carrera que dominó de manera fantástica la italiana Palmisano para colgarse un oro más que merecido y que también tuvo su punto de crueldad con alguna de las participantes.
Las condiciones eran de nuevo duras, muy duras. Apretaba el calor y las botellas estallaban contra las cabezas de las atletas. Un poco de agua bebida y mucha encima del cuerpo para bajar la sensación de calor. Gorras con hielo, toallas en el cuello con hielo... El primer cambio importante llegó a los 12 kilómetros, y ahí seguía María con sus gafas de sol y su marcha perfecta, aunque con una compañía muy peligrosa. Raquel González se empezó a descolgar (terminó duodécima, gran actuación también). Palmisano apretaba y el trío de chinas, Liu, Qieyang y Yang, las grandes favoritas, parecían a la espera de dar el hachazo. Por allí estaba también la colombiana Arenas y la brasileña Sena. El cansancio empieza a pasar factura y cede una de las chinas, Yang. El cansancio parece que va con todas, menos con Palmisano, que vuelve a apretar, se salta incluso un avituallamiento y vuela ya sola a por el oro de manera impecable, con una flor sujetando su pelo que ni se meneó. Quedan cuatro kilómetros y la española ya se deja unos metros, pero la cabeza que hay en ese cuerpo tan pequeño sigue funcionando. La técnica de María Pérez es perfecta, no tiene sanciones. Sus rivales peligran. Liu parece que ha pinchado y se queda con Pérez. Delante está Sena, y llegó el drama: durante el último kilómetro le sacan la tercera roja. Tiene que parar dos minutos la brasileña por no marchar bien cuando el bronce era suyo. Llora desconsolada y cuando puede volver, sólo es para ser undécima. Delante, sí resiste Arenas también con dos amenazas. Llega a la meta, es plata. El tercer lugar, por tanto, quedaba para Liu y María. La china llega con un poquito más de fuerza y se sube al podio en lo que prácticamente era un esprint. María supera la línea y se para. No puede más, lo ha dado todo.
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