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Atlético de Madrid

La Liga: de jugador a entrenador

La Razón
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Atlético, 1996-2014. Fechas unidas por un nombre: Diego Pablo Simeone. Un señor que ha demostrado que disfrazándose de antihéroe puede llegar más lejos que los ricos. Ha creado una religión propia en un club con tanta solera como el Atleti. Un entrenador de los pies a la cabeza que ya de jugador mostró el camino: el de la victoria.

Año 1996, el Atlético consigue el doblete. Un líder sobre el terreno de juego destaca en el medio del campo. Un argentino duro, con las ideas claras, pero con el fútbol en la cabeza. Es aquel año cuando Simeone dibuja el camino y lo guarda como un mapa del tesoro.

2014: El Cholo, con una plantilla sencilla, lejos de las que manejan Barça y Madrid pero llena de adeptos, despliega el mapa. Todos conocen el camino y creen en su entrenador, es la primera vez que están unidos directiva, afición y equipo gracias a su líder. El mensaje está emitido y los títulos en camino. Partido a partido y final a final, para llegar al latido a latido del corazón rojiblanco. Este Atlético ha fraguado la escultura de lo que hoy es: un campeón por números y merecimiento. Simeone se acaba de convertir en el mejor entrenador en la historia del club, ganando una Liga histórica y, por lo pronto, billete para la final de la «Champions». Ésta le incluiría en el Olimpo de los entrenadores. ¡Enhorabuena Atleti! ¡Enhorabuena Cholo!

w Me gusta: El Tata, un señor. Ha aguantado lo insoportable, ha visto cómo le pasaban por encima y le humillaban. Ha tragado con todo y al final se marcha con un subcampeonato cosechado sin plantilla. Porque nunca obtuvo el compromiso de los suyos. ¡Suerte!

w No me gusta: Messi. Se convirtió en el jugador mejor pagado del planeta y lo celebró andando por el Camp Nou. No corrió ni jugándose la Liga. Tendrá el Mundial en la cabeza pero el respeto se lo ha faltado a esa afición que ayer apoyó sin fisuras a su equipo.