Algo más que una sorpresa

Mario, el lateral del Villarreal, llegó a la Selección por la lesión de Carvajal, pero ha marcado dos goles en sus dos partidos con la Roja y abre las opciones de Del Bosque para la Eurocopa.

«La experiencia ha sido inolvidable», decía Mario Gaspar al regresar a casa después de su primer partido con la Selección. Debutó en Ucrania y marcó, de cabeza a pase de Thiago. Un estreno que parecía inmejorable. Pero en su segundo partido con la Roja volvió a marcar con una volea increíble, suspendido en el aire para rematar un pase de Cesc. «He intentado acabar la jugada y ha ido donde tenía que ir. Ha sido uno de los mejores goles de mi vida», decía después del encuentro. Era un momento especial para él, su segundo partido con la Selección, cerca de su casa, además.

Aunque se crió en la cantera del Albacete, nació en Novelda, una localidad a 25 kilómetros de Alicante. «Jugaba en mi tierra y ha sido especial», confesaba. El Villarreal pagó cerca de dos millones de euros al Albacete por un lote que incluía a Mario y a otros quince juveniles. En ese grupo estaban Matilla y Álex Gálvez, pero el único que ha llegado a la Selección es Mario.

La presencia del lateral del Villarreal a la Roja era reclamada desde hace tiempo por Marcelino, su entrenador en el equipo amarillo. «A nivel individual hay futbolistas que han demostrado que que pueden ir a la selección. Hay un jugador que juega contra Neymar, contra Bale, contra Cristiano y nadie de la élite se le va. Es Mario», dijo en una ocasión el técnico asturiano.

Fue la lesión de Carvajal la que le abrió la puerta de la Roja. La misma que se la ha dejado abierta para esta convocatoria. Y, poco a poco, a base de ausencias de compañeros y de goles, se va haciendo un sitio en el equipo y se permite pensar en llegar a la Eurocopa del próximo verano. Carvajal y Juanfran están por delante en el orden de preferencias del seleccionador, pero las lesiones les han dejado fuera de esta convocatoria. Azpilicueta juega desde hace tiempo como lateral izquierdo y ése es el puesto en el que lo utiliza el técnico de la Roja. Su rival para ser titular mañana en Bruselas es el jugador del Athletic Óscar de Marcos. Los dos son laterales de ida y vuelta, defensas con presencia en ataque. «Vine a pasar unos días a Madrid y cuando me desperté estaba convocado», decía De Marcos esta semana en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Pero ayer fue Mario el que probó con los titulares de nuevo. El defensa alicantino lucía el peto blanco de los presuntos integrantes del equipo titular que ya había jugado ante Inglaterra. «Estamos muy contentos con él. Ha marcado en los dos partidos y ha sido profundo», destacaba Del Bosque después del encuentro del viernes. Ha marcado los mismos goles con la Selección que con el Villarreal en los once encuentros de Liga que ha disputado.

Mario, que cumple 25 años la próxima semana, ha ido creciendo sin parar desde que debutó en Primera División en 2009, cuando Manuel Pellegrini era todavía el entrenador del Villarreal. Le costó hacerse un hueco en el primer equipo, pero lo consiguió el año del ascenso a Primera. Con el tiempo se ha ido acercando poco a poco al área contraria y ha añadido a su repertorio un disparo lejano que antes no parecía tener. Marca pocos goles, pero merece la pena verlos. «Sabe atacar más por dentro que por fuera», le analiza su entrenador en el Villarreal, aunque reconoce que le falta «un poco de precisión en el centro». En eso también va mejorando Mario, consciente de que sin trabajo no se llega ningún sitio. Así ha llegado a la Roja y así espera mantenerse. Su ventaja, además, es que juega siempre. Carvajal, por ejemplo, tiene que «pelear» con Danilo su puesto en el Madrid. Y ahora, incluso tratan de imitar su gol. Ryan Bertrand, el lateral izquierdo del Southampton que el viernes fue titular con Inglaterra, asegura que está deseando ensayarlo. «Lo digo en serio, voy a probar».