Restringido

Las fiestas del otro

La Razón
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La que se ha liado por una cena de cumpleaños. ¿Qué hubiese ocurrido de haber sido una fiesta en la que no faltase de nada, como las que celebraba en la zona residencial de La Moraleja el otro Ronaldo, el grande y simpático «gordito»? Aquéllas sí que eran fiestas de cumpleaños en las que no faltaba ningún detalle, desde «misses», relaciones públicas de discotecas, galácticos como Beckham, Figo y Roberto Carlos, a los que el brasileño citaba en su residencia particular. Allí acudían unos 200 invitados de todas las clases, profesiones y perfiles de la noche madrileña.

Un castillo en Francia

Los amigos de Ronaldo Nazario disfrutaban de una jornada única, tanto gastronómica como de diversión, hasta caer exhaustos. Aunque a veces se le advertía «desde el cariño», el brasileño tenía ganado a Florentino Pérez por su calidad profesional y humana. El presidente siempre decía: «Éste me tiene encandilado». Hablando de fiestas a lo grande, Ronaldo incluso llegó a organizar una boda extravagante en Francia, en un castillo, en contra de la voluntad de su presidente, aunque él tampoco faltó al final a la cita. Aquí estamos ante una cena de cumpleaños ya prevista con mucha antelación y con un cantante popular que, eso sí, ha sentado mal y recibido muchas críticas.

Quizá faltó tacto

Pero fiestas de cumpleaños eran las del otro Ronaldo. Ésta no le llegaría a la altura de los fastos de las del brasileño. Reconozco un pero y por ahí entiendo el enfado de los madridistas: se produjo justo después de una humillante derrota en el Calderón. Ahí sí que a Cristiano le faltó un poquito de tacto para haber sugerido o intentado cambiar la fecha, aunque fuese de manera apresurada. Tal y como acabó el partido, no era la noche más apropiada para que el madridismo lo entendiera.