Fútbol
Madrid-Barça, el clásico que faltaba en el fútbol femenino
Barcelona y Atlético de Madrid han ganado siete de las últimas ocho Ligas. En el medio sólo se ha colado el Athletic Club, que separa las cuatro consecutivas de las azulgrana de las tres que han encadenado las rojiblancas. 60.000 personas vieron el partido del Metropolitano la pasada temporada en el que prácticamente se decidía el campeonato. Los dos grandes rivales del Real Madrid se reparten la mayor parte de los títulos y la mayoría de las internacionales. Pero ahora les crece un rival. El club blanco era el único de los grandes que quedaba por incorporarse a la Liga femenina.
Pero hay muchos otros clubes de la élite que ya tienen su equipo femenino de fútbol. El Rayo Vallecano tuvo su momento de gloria entre 2009 y 2011 al ganar tres títulos consecutivos, aunque su mayor relevancia mediática la encontró con el fichaje de Milene Domingues, la entonces mujer de Ronaldo. Fue ese fichaje el que obligó a cambiar la legislación para que pudieran jugar futbolistas extranjeras. El fútbol femenino ya no necesita esas contrataciones mediáticas, ni el de Milene ni el de «Marigol», la mexicana que jugó en el Barcelona. El Athletic, el Levante, el Espanyol, el Sevilla, el Betis, el Valencia, el Málaga y la Fundación Albacete, un equipo dependiente del club masculino de Segunda División, han competido esta temporada en la Liga Iberdrola.
Falta todavía implicación o legislación como la de otros países, como Francia, que obliga a que los clubes masculinos de élite tengan también su versión femenina. La Conmebol también establece desde 2018 en su reglamento la obligatoriedad de que los clubes que participan en la Copa Libertadores o en la Sudamericana tengan también su versión femenina.
Aunque el mayor avance llegó hace muchos años desde Estados Unidos. No por casualidad las «yanquis» son el mejor equipo del Mundial. Desde 1972 la ley establece que las universidades deben destinar el mismo presupuesto, las mismas becas e idénticas instalaciones al deporte femenino y al masculino. Y esas oportunidades, que son parte del éxito en deportes como el atletismo o la natación, lo ha aprovechado más que nadie el fútbol. Durante mucho tiempo en Estados Unidos el fútbol fue territorio de inmigrantes y de mujeres.
En España el Real Madrid y su rivalidad con el Atlético y el Barcelona puede dar el impulso definitivo a un deporte que ya ha encontrado el apoyo de patrocinadores como Iberdrola y que está en camino de firmar un convenio que permita a las jugadoras dedicarse al deporte de manera profesional.
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