Mandzukic, un problema para Simeone

Sus goles no son suficientes para el Cholo si no cambia de actitud

«Mandzukic es un jugador determinante para nosotros», reconocía Diego Simeone un día antes de enfrentarse al Valencia en el encuentro decisivo para la pelea por la Liga de Campeones. «Nos genera muchas situaciones de peligro, ya sea de espaldas, ya sea en apoyos para la gente que viene de frente, ya sea en salidas largas para poder asistir, porque ha asistido bastante a los compañeros», insistía el preparador rojiblanco. Pero el domingo, el croata vivió su segundo partido de Liga desde el banquillo. El primero había sido el del Sevilla una semana antes.

Hasta entonces, el «9» del Atlético sólo había faltado en el once inicial por lesión o por sanción. En la Copa sí había visitado el banquillo, pero las circunstancias eran especiales. Contra el Real Madrid, Torres fue titular en la ida porque era el momento de su regreso al Calderón, su reencuentro con la afición. Y en la vuelta, la fiebre impidió a Mandzukic participar de la clasificación de su equipo.

«Mandzukic es nuestra referencia. Su trabajo es importante», decía meses atrás Simeone, cuando el delantero fichado del Bayern de Múnich empezaba a marcar los goles que justificaran su fichaje por el Atlético. Ésos que tanto le costaban al principio. Sin embargo, algo ha cambiado en las últimas semanas. «Mandzukic es nuestra referencia», ha defendido Simeone durante toda la temporada. El fichaje de Torres era una alternativa más, una posibilidad de cambiar el estilo, de conectar al Atlético con la grada y con su historia, con la velocidad y el contraataque, terrenos en los que no se encuentra cómodo el croata. Pero el titular era Mandzukic.

Hasta el domingo. Torres fue titular contra el Valencia y Mandzukic, igual que había sucedido en Sevilla, apareció sólo en los últimos minutos. «Necesitamos gente que entienda que no hay nadie más importante que el equipo», advertía el Cholo tras el encuentro del Sánchez Pizjuán. Simeone es la única estrella del equipo, el líder, y los jugadores deben estar al servicio del equipo. El Cholo no admite que se discuta su liderazgo. «Ojalá se quede diez años más», decía Tiago cuando el preparador argentino comenzó a conversar sobre su renovación con el Atlético. «Para nosotros es como un dios. Le seguiríamos hasta si nos pidiera saltar por un puente», había dicho ya el centrocampista portugués antes de la final de la última Liga de Campeones en Lisboa.

Mandzukic no parece dispuesto a seguir a su entrenador a ningún sitio en este momento. Y Simeone no acepta disidentes. No discute al croata su entrega, su capacidad goleadora y su sacrificio por el Atlético. Ha llegado a jugar con la nariz rota y con un esguince cervical. Pero puede que ni eso ni sus goles sea suficiente para mantener la confianza del Cholo.