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Messi, denunciado por estafa y blanqueo de 1,9 millones de euros
Los delitos de los que presuntamente se acusa al jugador y su padre son de estafa, blanqueo de capitales, ocultación de activos e irregularidades contables.
Tras ser condenados por delitos fiscales a 21 y 15 meses de cárcel, respectivamente, Leo Messi y su padre vuelven a estar bajo la lupa de la Justicia. El jugador del Barcelona debe ahora hacer frente a una denuncia presentada ayer en la Audiencia Nacional por un ex trabajador de su fundación por delitos fiscales y contables, blanqueo y estafa. El denunciante, Federico Rettori –también de nacionalidad argentina– señala directamente a la Fundación Leo Messi por desviar supuestamente 2,1 millones de dólares (casi 1,9 millones de euros) que debían ser destinados a fines sociales y que habrían terminado en cuentas bancarias de empresas opacas en Luxemburgo. Además del delantero argentino, la denuncia se dirige contra su padre, Jorge Horacio Messi; su hermano Rodrigo; y los que considera gestores de la fundación: Alejandro Rebosio y la agencia Social Team.
Ahora, tendrá que ser el magistrado de la Audiencia Nacional a quien le corresponda por reparto quien se pronuncie sobre la admisión a trámite de la denuncia. Fuentes del tribunal apuntan que con carácter previo a ese pronunciamiento (o a posteriori si aprecia indicios de delito) el instructor podría librar una comisión rogatoria (solicitud de auxilio judicial internacional) a Argentina para que el Juzgado penal económico número 8 de Buenos Aires, que ya investiga a la Fundación Leo Messi, informe a España del objeto de la causa para no incurrir en un conflicto de jurisdicción que lleve, en su caso, a una investigación paralela.
«Durante todos estos años (la fundación se creó en Barcelona en abril de 2007) –asegura en la denuncia Rettori, representado por el abogado español Antonio Alberca– fingieron a través de publicidad, gestiones de márketing y premios a la responsabilidad social tener una actividad social honesta y transparente cuando la mayoría de los fondos se desviaban a cuentas privadas». El denunciante hace referencia a diversas informaciones publicadas por Abc y El Mundo (éste a través de los documentos de Football Leaks) que apuntan a que la organización sin ánimo de lucro del astro argentino ingresó hasta 2015 diez millones de euros que no declaró al fisco y que la fundación no se registró hasta 2013, seis años después de que echara a andar.
La Fundación Leo Messi –que únicamente cuenta con una empleada, Florencia Parisi, cuñada del jugador– percibió hasta 2013 del Fútbol Club Barcelona «donaciones» que suponían entre el 70 y el 90% de sus ingresos y que no tributaron a Hacienda al beneficiarse de la exención por el fin benéfico de la misma. Messi, según el denunciante, se habría ahorrado así pagar el 45% del IRPF.Tras darse de alta en el Registro Catalán de Fundaciones –se reseña en la denuncia– «los espacios opacos y fraudes siguen ejecutándose» y las memorias y balances de la fundación «cuentan con innumerables irregularidades y fraudes» que, sin embargo, no fueron detectadas por el Protectorado Catalán de Fundaciones, el organismo supervisor que no puso «ningún tipo de penalización por “operar seis años en negro”» ni le exigió «la inversión del 70% en acciones sociales que la ley determina desde el inicio de la actividad».
En el escrito presentado a la Audiencia Nacional se hace referencia expresa a dos convenios firmados por la filial argentina de la fundación con una empresa uruguaya, Lamfur, por 300.000 dólares «para la venta de productos escolares con la imagen de Messi», y con Universal Assistance, por 1,8 millones de dólares «para el uso de la imagen del futbolista». En total, 2,1 millones de dólares que no habrían sido declarados al fisco argentino y se desviaron, según el denunciante, a una cuenta opaca de Luxemburgo de la sociedad Hanns Enterprises. Según sus cálculos estimativos, en Argentina la fundación ingresó por convenios «por lo menos unos diez millones».La denuncia apunta también a los «exageradamente altísimos» gastos de la fundación entre 2007 y 2013, teniendo en cuenta que solo tiene una empleada y no dispone de atención al público: 1,8 millones en mobiliario; 1,7 en la gestión de ingresos, gran parte de los cuales «se quita directamente del dinero que debería invertirse en el fin fundacional»; 480.000 euros en gastos de arrendamiento (que se pagan a una empresa del propio Messi propietaria de las oficinas); 732.677 euros en abogados hasta 2017 y 1,8 millones en gastos externos. La inversión social hasta 2017, añade, fue de 5,9 millones de euros según reflejan sus memorias y balances.
En definitiva, la denuncia reprocha a Messi que utilizara su fundación como «una herramienta» para generar una «pantalla», con un «desmedido fin de lucro» y «sin la más mínima intención de destinar los fondos a acciones y proyectos sociales».
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