MotoGP

Márquez «reinventa» MotoGP

Marc hace un gesto a la cámara pocos minutos antes del comienzo de la prueba del domingo
Marc hace un gesto a la cámara pocos minutos antes del comienzo de la prueba del domingolarazon

MotoGP ha vuelto con fuerza a las tertulias de los lunes por obra y gracia de Marc Márquez. Las quejas sobre carreras aburridas en las que no pasaba nada y no había ni un solo adelantamiento con el que levantarse del sillón son cosa del pasado. Ya no es sólo la guerra Alonso-Vettel la que acapara la atención de los aficionados. Ahora también tienen hueco para la lucha Márquez-Lorenzo, la recuperación de Rossi y el pilotaje académico de Dani Pedrosa. La pregunta ya no es «¿quién ha ganado?», sino «¿a qué hora es la carrera?», y mucha culpa de todo esto la tiene la irrupción de Márquez, que en sólo tres carreras ha reinventado la categoría reina tanto dentro como fuera de los circuitos.

La fotogenia del chico, su carisma y falta de complejos sobre el asfalto han elevado las audiencias, que siempre son un buen termómetro para medir la salud de un evento deportivo. Un 35,2 por ciento de la gente que estaba viendo la televisión de las 14:00 a las 14:46 lo hacía enganchado a las motos, mientras que el share de la misma prueba de 2012 sólo se elevó hasta el 28,8, por mucho que Lorenzo y Stoner lucharan por la victoria hasta casi al final. Se había establecido la idea general de que a las carreras les faltaba chispa y Marc ha llegado con el lanzallamas. Los organizadores del Mundial sabían que necesitaban algo así y eliminaron la norma que impedía a un novato estrenarse en la categoría reina en un equipo oficial, mientras ponían de su parte para el reencuentro de Yamaha y Valentino. Pero el hombre de moda es Márquez, el más joven de la historia en ganar en la élite, en sumar tres podios consecutivos y en encabezar la clasificación general del campeonato. Acelerando es un demonio sin compasión, mientras que vestido de calle es el yerno que todas las madres querrían tener. Educado, simpático, algo tímido y con sonrisa de pícaro.

Su toque con Lorenzo incendió al campeón, que ya el domingo por la noche demostró su madurez reconociendo que debería haberle devuelto el saludo y que lo hará en Le Mans, porque las guerras en pista deben acabar allí. Y mejor así porque parece que las va a haber. Con Rossi en fuera de juego, Pedrosa, Stoner y Lorenzo han peleado por los tres últimos títulos con una cierta camaradería que no bajaba la calidad de su pilotaje, pero sí el nivel de conexión con el público. Con Marc parece que las reglas van a cambiar, ha inyectado sangre nueva a la parrilla y ya ha tenido duelos con las tres pesos pesados. Todos están avisados: si dejan hueco, por allí se colará el «rookie». Ayer, en los test que se realizaron en Jerez, volvió a ser el más rápido: «Ha sido una buena jornada de trabajo», resumió.