Ona Carbonell: «Los jueces nos dijeron que nos falta madurez»

Ona Carbonell (5/6/1990, Barcelona) muestra las dos medallas y sus bañadores al equipo infantil de sincronizada en la sede del Consejo Superior de Deportes. Las jóvenes (de 13 a 15 años), que van a disputar la Copa Comen en Italia, alucinan con su ídolo. Recién aterrizada de Kazán, con su plata y su bronce en solo, que contrastan con el bajón dado en las pruebas de equipo (en las que ella no participó) y las de dúo, analiza para LA RAZÓN dónde se encuentra la sincro española. El hambre la apremia tras un largo viaje, pero no deja de sonreír.

–¿Le queda una sensación agridulce del Mundial?

–Tengo una muy buena sensación porque el solo lo he trabajado mucho y no era nada fácil superarme después del Mundial de Barcelona. Ganar a la china no era nada fácil, y más tal y como están las cosas, porque otros países están subiendo mucho. Saqué dos 9,8 en solo técnico, y eso, ahora que han cambiado la forma de puntuar, es casi imposible. Estoy muy satisfecha en ese sentido. En cuanto al dúo y el equipo, ya sabíamos dónde íbamos y a qué nos enfrentábamos. Obviamente, no es nada fácil cuando llevas once años en la Selección y siempre lograbas medallas, pero es un aprendizaje. Mis padres me enseñaron que siempre se puede mejorar y aprender. Hay que saber ganar y también perder. Al menos yo, he aprendido mucho en este Mundial y me va a dar fuerza de cara al año que viene.

–¿Por qué sabían que iba a ser difícil?

–El año pasado, en el Europeo, Ucrania ya nos ganó, y en la Copa del Mundo anterior Japón ganó a Ucrania; entonces sabíamos que estaríamos por ahí (entre el tercer y el quinto puesto; y fueron quintas). También hemos ido viendo vídeos de nuestras rivales y la gente está subiendo. Tanto Ucrania como Japón son países que bajaron mucho, estuvieron años abajo, se han consolidado, han cogido experiencia y ahora empiezan a subir. Esto es un poco lo que está pasando en España: somos un equipo joven con menos experiencia y pocos campeonatos importantes, y esto hace mucho. Hablamos con jueces internacionales en el Mundial y lo que veían es esto: la falta de madurez, de solidez, de seguridad... Esto se coge con experiencia.

–Pero si sabían que Ucrania y Japón les podían ganar, tampoco será fácil superarlas a ellas en Río. Queda sólo un año...

–No es fácil, pero es posible. El trabajo tan bestia que se ha hecho físicamente este año, este desgaste, va a salir el año que viene. Y al final cada competición es única y unos Juegos son mucha presión para todo el mundo. Entonces hay que competir, hay que hacerlo bien, hay que no fallar y por eso creo que hay oportunidades.

–¿Ha cambiado mucho el deporte por la forma de puntuar?

–Sí, se intenta que cada vez sea un deporte más objetivo y entonces han tomado un papel muy importante la dificultad y la ejecución. La parte artística tiene su 40 por ciento. Creo que en el solo hemos hecho una muy buena estrategia: el solo técnico era el más difícil de todas las rivales y esto se ha premiado con una plata.

–Pero usted ganó por superar a la china en impresión artística...

–Sí, sí. Esto es nuestra gran baza. En la parte artística han gustado mucho nuestras coreografías. La forma de nadar que tenemos es muy buena en cuanto a conquistar al juez, a expresar.

–Entonces, ¿no les perjudica el cambio en la forma de puntuar?

–No, la impresión artística sigue siendo una parte muy importante, lo que pasa es que en la otra parte se ha especificado mucho más qué cosas son las valoradas: dificultad, sincronización...

–¿Les molesta que se revivan los fantasmas de Anna Tarrés?

–Yo intento seguir centrada en lo mío que es competir. Es muy duro ganar medallas, entonces no hay distracción que valga.

–Pero, ¿se trabaja como antes?

–El trabajo ahora es durísimo: la intensidad, las horas... Creo que es un año muy duro en todos los sentidos y es la línea a seguir.

–¿Tanto cambio de pareja en el dúo es un problema?

–No es fácil, porque cuanto más consolidada tienes una pareja más te entiendes, más sincronizas... Pero ha sido una estrategia para que cada nadadora se centrara en el técnico o en el libre y ha salido bien porque hemos dado buena imagen. Ya veremos el año que viene.

–Pero hay que decidirlo ya...

–Eso es cosa del equipo técnico. (Ana Montero, la directora técnica, reconoce que hay dificultades para encontrarle pareja y que la decisión será en septiembre).

–Ahora, merecidas vacaciones. ¿Irá a la piscina?

–Al mar sí, a la piscina, no. Me voy a Menorca. Necesito relax, tranquilidad, no pensar en nada.