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Osaka gana su primer Grand Slam ante una desquiciada Serena Williams

El triunfo de la tenista nipona de 20 años la convierte en la primera de su país que logra un título de Grand Slam, y deja su marca en 2-0 en los enfrentamientos que ha tenido con la mejor tenista del mundo

La tenista japonesa Naomi Osaka levanta su título como ganadora del Abierto de Estados Unidos en presencia de Serena Williams / Ap
La tenista japonesa Naomi Osaka levanta su título como ganadora del Abierto de Estados Unidos en presencia de Serena Williams / Aplarazon

El triunfo de la tenista nipona de 20 años la convierte en la primera de su país que logra un título de Grand Slam, y deja su marca en 2-0 en los enfrentamientos que ha tenido con la mejor tenista del mundo.

Maneras de llorar y de perder. Lo hizo Naomi Osaka, una joven japonesa de 20 años que llevaba una temporada increíble, venciendo con frecuencia a las mejores, culminada ayer con el triunfo en un «Grand Slam» ante la mejor, Serena Williams (6-2 y 6-4). Pero sus lágrimas estaban entre la alegría y la pena. Era uno de los días más felices de su vida, pero su rival, su ídolo, se lo amargó al montar un lío que echó al público contra el juez de silla, lo que llevó a que la entrega de trofeos se viviera entre abucheos.

Así sucedió todo: Serena perdió los papeles en el segundo set, cuando sufrió un «break» que le ponía 3-4 abajo. Ya había perdido el parcial anterior. De la rabia, rompió la raqueta, y Carlos Ramos, el juez de silla, le dio un «warning». Justo después, Ramos entendió que el entrenador de la estadounidense estaba dándole instrucciones desde su palco. Está prohibido. Le dio una segunda advertencia, lo que supone perder directamente un punto. La menor de las Williams estalló. «Yo no hago trampas para ganar. En mi vida las hice. Preferiría perder. Me has robado, me debes una disculpa. Tengo una hija y sólo hago lo que es correcto. Eres un ladrón y un mentiroso», le dijo al juez de silla, que no se cortó y con un nuevo «warning» le hizo perder directamente un juego.

Osaka se puso 3-5 y en la pista Arthur Ashe se montó. La tenista llamó al juez árbitro y siguió con sus protestas, llorando también y llevando la discusión al plano del machismo, al decir que en ese mismo escenario muchos hombres dicen cosas peores. A todo esto, la japonesa estaba sentada, esperando a que llegara su gran momento, que ya empezaba a ser amargo. Serena conservó su saque fácil, pero después Osaka hizo lo mismo. Qué personalidad: con 20 años, en su primera final «grande» y con el público encendido ganó a base de servicios.

Los ejecuta fuertes y colocados, como poderosos son sus golpes, por eso superó a quien superó, impidiendo además que la estadounidense sumara su título 24 de «Grand Slam». Con ello hubiera igualado el récord de Margaret Court. Además, habría sido el primero como madre, pero alguien fue mejor que ella, simplemente. Serena sí fue a abrazar a la campeona al final, y tuvo palabras para ella en el discurso, pero a Carlos Ramos no le perdonó.