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Piqué: «No es mi caso, pero un independentista podría jugar en la selección española»
El defensa internacional da la cara animado por sus compañeros y el seleccionador, pide diálogo y respeto para resolver la situación de Cataluña y afirma sentirse orgulloso de jugar con la Selección
El defensa internacional da la cara animado por sus compañeros y el seleccionador, pide diálogo y respeto para resolver la situación de Cataluña y afirma sentirse orgulloso de jugar con la Selección.
«Es la pregunta del millón y obviamente no te la voy a contestar. No puedo decantarme por un lado o por otro. A partir de ahí a la mitad de mis seguidores los perdería porque la política lo tapa todo. Mis hijos son colombianos, libaneses, catalanes y españoles. Y estamos en un mundo global en el que los países son lo de menos», decía Gerard Piqué ante la pregunta directa de si estaba a favor de la independencia de Cataluña. Tampoco respondió si elegiría jugar con una selección catalana independiente o con España si se diera el caso. «Habría un proceso de dos o tres años como en el Brexit. Me pillaría ya con 33 años y no creo que tuviera que decidir. No me lo he planteado». Ni se plantea qué pasará si el lunes se declara la independencia de Cataluña. «No lo he valorado», dice.
Piqué no responde a las preguntas directas, pero da pistas. La situación generada a su alrededor, el ambiente infernal que se vivió en el entrenamiento de puertas abiertas del lunes que Lopetegui cortó a los 23 minutos para que se dejaran de escuchar los pitos y los insultos hacia el defensa internacional le hicieron intervenir ayer para intentar corregir una situación que le afecta a él, pero también a sus compañeros. Lo hizo sin previo aviso, en contra de la costumbre de la Selección. «Voy a contestar a todos, aunque tengamos que estar hora y media aquí», anunció. Y cumplió. Sin prisa y sin censuras. «Sigo pensando que Cataluña y España serían más débiles separadas», asegura. «Llevado al extremo, y no es mi caso, un independentista podría jugar en la selección española», añade. Y repite que no es su caso. «El catalán que no tiene nada en contra de España y quiere la independencia sólo porque quiere su propio país, por qué no va a jugar con la Selección si no hay una selección catalana y está con gente de puta madre», argumenta.
Para Piqué, la Selección es su casa, el lugar donde ha vivido los últimos quince años. «Es imposible poner en duda mi compromiso. Llevo desde los 15 años y la considero mi familia. Compañeros, doctores, fisios, prensa, es una familia y es una de las principales razones por las que sigo aquí. Y el compromiso es el máximo que he podido aportar en cada momento. Me siento muy orgulloso de formar parte de la Selección, de formar parte de un grupo de jugadores únicos y de intentar ganar todo con ellos», explica. Y por esa familia es por la que quiso dar la cara. Fueron sus compañeros y el seleccionador los que le animaron a comparecer. «Entiendo que estén cansados. A mí no me gusta ver que todas las ruedas de prensa se centren en que les pregunten por mí. Por eso he salido. En vez salir dos compañeros y que les inundaran a preguntas, prefiero salir yo», afirma. Y entre su familia está Sergio Ramos, el capitán de la Roja, con el que se esforzó en aclarar que tiene una relación perfecta. «Es todo una mentira, nos llevamos fenomenal. Es más, seremos socios de un negocio que le planteé. La relación es fenomenal. Me gustaría que lo vierais. Estamos muy cerca», dice. No explica si era el capitán de la Selección uno de los que estaban con él durante el discurso del Rey el martes. «Estábamos jugando a la pocha. Lo quería escuchar, pero se nos pasó», confiesa.
Dos palabras, respeto y diálogo, son las que más repite en su discurso. Y es lo que pide a los políticos. «Que hagan su trabajo. Ahora mismo se está radicalizando todo. Cataluña es como el hijo que tiene 18 años y se quiere ir de casa. España tiene dos opciones, o sentarse como haría un padre y dialogar o quizá ese hijo se te va. Y creo que no pierde nada por sentarse y hablar», advierte.
Piqué se ha llegado a plantear abandonar la Selección por la situación generada a su alrededor, pero no quiere marcharse derrotado. «Tienes que valorar todas las opciones, pero valorándolo mucho creo que lo mejor es continuar y darle la vuelta. Irse ahora es dar la razón a esa gente que entiende que la mejor solución es silbar y daría la sensación de que ellos han ganado. No son mayoría. Hay mucha gente que está a favor de que me quede», argumenta. Y deja abierta la posibilidad de alargar su carrera con la Roja después del Mundial de Rusia, la fecha que ha fijado para su despedida. «Yo me quiero ir de aquí y cerrar mi etapa de la mejor manera posible. Son casi diez años y es casi un tercio de mi vida. No me quiero ir de aquí por la puerta de atrás y sentir que han acabado las cosas mal. Este equipo y este “staff” técnico son como mi familia. Entiendo que hay mucha gente que me aprecia y hay gente que siempre que me vea me va a silbar. Estoy aquí para darle la vuelta a todo», añade.
«No me gusta que la gente que apoya y que anima a mi equipo esté en mi contra. Recibir silbidos e insultos no es del agrado de nadie, pero creo que es un reto para mí y estoy aquí para intentar darle la vuelta. Por los que más me duele es por mis compañeros. Hay mucha gente en España, y cuando digo España hablo de todos, que pueden entender cómo me siento y todo lo que expreso e independientemente de que uno pueda pensar de una manera y otros puedan pensar de otra», dice.
¿Y si España gana el Mundial con un gol de Piqué? «Espero que estuvierais encantados, aunque hay algún periodista radical que prefiere que no lo ganemos».
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