Caso Pistorius
Pistorius y los esteroides
La Policía encontró en el domicilio del atleta sustancias dopantes que pudieron influir en su comportamiento
El drama personal se traslada ahora al tartán. Oscar Pistorius no sólo se ha convertido en un presunto asesino. También podría ser un atleta que consumía esteroides prohibidos para fortalecer los músculos que le convirtieron en el primer hombre sin piernas en competir en unos Juegos Olímpicos. El campeón surafricano será sometido a análisis de sangre para verificar si usaba estas sustancias, después de que la Policía las encontrara en su mansión durante la investigación de la muerte de su pareja, Reeva Steenkamp. La modelo de 29 años recibió cuatro tiros la madrugada de San Valentín.
La turbulenta historia dio ayer una vuelta más de tuerca tras la información publicada por «The Sun». El rotativo inglés asegura que los agentes descubrieron evidencias de consumo excesivo de alcohol y un bate de cricket manchado de sangre que pudo haber sido utilizado por el velocista durante una «explosión de furia» provocada por estas drogas ilegales. Tal y como explican los doctores consultados, los anabolizantes pueden afectar al cerebro, aumentando la irritabilidad, por lo que no se descarta que el atleta se encontrara bajo sus efectos durante el supuesto ataque.
La Policía cree que el bate pudo ser utilizado para golpear a la víctima mientras ésta huía hasta el baño. El hecho de que mostrara heridas de bala en su dedo sugiere que pudo haberse protegido la cabeza antes de que otras tres balas destrozaran la puerta y terminaran con su vida. Según el testimonio de una vecina, tras escuchar los disparos vio al atleta cubierto de sangre en un estado de «delirio». El mejor amigo de Pistorius, Justin Divaris, también ha revelado la llamada angustiosa que recibió sobre las tres de la madrugada: «He matado a mi chica... Que Dios me lleve», decía al otro lado del teléfono.
Poco a poco, los detalles van formando un puzle que nada tiene que ver con la imagen idílica que ofrecía el medallista ante las cámaras. Presentado hasta hace dos días como campeón, modelo y ejemplo de superación, la Prensa surafricana comenta ahora que era una persona de carácter difícil y amante de las armas, que ya antes de los Paralímpicos de Pekín en 2008 mostró su mal temperamento ante los fotógrafos. Los diarios también aseguran que en septiembre de 2009 pasó una noche en prisión, acusado de agredir a una joven de 19 años, y hace meses amenazó con romper las piernas a un productor de televisión con el que pensaba que su novia tuvo un «affaire».
Hoy martes, el atleta comparecerá ante un juez que deberá decidir si le concede la libertad bajo fianza, a la que la Fiscalía se opone ya que le acusa de «asesinato premeditado». Pistorius podría ser condenado a cadena perpetua si es declarado culpable. La Policía niega haber filtrado datos de la investigación y se ha distanciado de las informaciones que apuntaban en un primer momento a que el velocista confundió a su novia con un ladrón.
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