Ricky Rubio, Sibilio y rumbo a China (102-70)

Partidazo del base contra República Dominicana, homenaje en memoria del mítico Chicho y victoria de España en el último amistoso en casa antes del Mundial.

España siguió sumando kilómetros camino al Mundial de China con otra victoria contundente. Esta vez fue ante la República Dominicana, el rival perfecto para hacer un homenaje en la previa a Sibilio. Los dos países de Chicho se encontraban poco después de su muerte y era lógico guardar un minuto de silencio por aquella muñeca de seda de la que ahora están más necesitados los de Néstor «el Ché» García que España. No fueron rival los dominicanos, aunque su capacidad atlética y su cierta heterodoxia sirvieron perfectamente para que Scariolo fuese probando cosas. Una que tiene clara el seleccionador es que las manos de Ricky Rubio son las que tienen que dirigir a España.

El momento del base es magnífico, con una mezcla perfecta de veteranía y la magia que le ha acompañado desde que debutó siendo un niño. El de los Suns pasa como siempre y anota como nunca. Él protagonizó el primer arreón de España bien acompañado por Rudy Fernández, en una segunda juventud que le puede venir muy bien a la selección. Llull, que se encontraba en su casa, la del Real Madrid, levantó a la gente de los asientos del WiZink Center con su espectacularidad y Marc Gasol volvió a mostrar su repertorio jugando como ancla en la cabeza de la pintura. Mucho juego de la selección va a pasar por sus manos en el Mundobasket, para asistir o continuar después él mismo hacia la canasta. El 51-35 del intermedio dejaba claro el nombre del ganador del último amistoso antes de que España ponga rumbo a China. Allí jugará la semana que viene sus últimos dos choques de preparación frente a Argentina y Rusia, dos test mucho más duros. El rival ayer no puso mucha resistencia y las conclusiones son las que son.

Era la primera noche ya con los doce jugadores definitivos para la Copa del Mundo tras la emotiva despedida de Diop y Jaime Fernández. Ahora toca subirse al avión y volar a la sede de la Copa del Mundo. En la primera fase habrá partidos así, con rivales de este nivel, después vendrá lo realmente serio.