Fichajes
Rosell no leyó la letra pequeña
El ex presidente del Barcelona defendió ante el juez Ruz que el fichaje de Neymar fue legal
El ex presidente del Barcelona Sandro Rosell defendió ayer durante casi tres horas ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que el fichaje de Neymar –por el que está imputado por apropiación indebida– fue legal e incluso calificó la operación de «excelente». Y eso que, según reconoció al magistrado, no se leyó la letra pequeña, que para eso están los servicios jurídicos del club. No obstante, para evitar dar la sensación de que estaba echando balones fuera y derivando responsabilidades, Rosell añadió que a raíz de que la investigación judicial se pusiera en marcha leyó con detalle todos los pormenores del fichaje –una sucesión de «contratos simulados», según la Fiscalía, con los que el Barcelona pudo defraudar a Hacienda hasta 11,7 millones de euros–, que tildó de «impecable».
El ex presidente culé se mantuvo en sus trece de que el fichaje del delantero brasileño costó 57,1 millones de euros (40 para la empresa del padre del jugador, N&N, y otros 17,1 para el Santos por sus derechos federativos). Y el resto de conceptos –unas transacciones que, según la Agencia Tributaria, se ocultaron a Hacienda y que la propia Fiscalía ha tildado de «ingeniería financiera»– corresponden «a otros conceptos».
«Rosell hizo aguas y se mostró elusivo, evitando responder a las preguntas del juez y de la Fiscalía», aseguraron fuentes jurídicas sobre la comparecencia judicial del ex presidente blaugrana. El ex presidente culé se negó a contestar a las preguntas de Felipe Izquierdo, abogado de Jordi Cases, el socio que presentó la querella contra el Barça por supuestas irregularidades en el fichaje de Neymar.
El representante legal del Barcelona, Antoni Rossich, también declaró ante el juez Ruz por el delito fiscal que se imputa al club. Según un comunicado de la entidad, Rossich desvinculó al actual presidente culé, Josep Maria Bartomeu, y a Javier Faus, vicepresidente económico, del fichaje (pese a que la firma de Bartomeu figura en la mayoría de los contratos). Al mismo tiempo, corroboró la versión de Rosell de que la contratación de Neymar costó 57,1 millones y dijo que el Barcelona pagó (para saldar su posible deuda tributaria) 13,5 millones a Hacienda en febrero pasado, «por prudencia» y por consejo del abogado de la entidad. Rossich se comprometió incluso con el magistrado a remitirle un documento desglosando esa cantidad y justificando por qué se pago a la Agencia Tributaria.
24 millones más
Sin embargo, el representante de la auditora Deloitte Artur Amich, que firmó los informes de auditoría de la entidad de 2012 y 2013, aseguró al juez Ruz que esos 57,1 millones se incrementarán en el actual ejercicio en 24 millones más. Según explicó, hay que sumarle ahora los 13,5 millones que el Barcelona pagó a Hacienda para ponerse al día de sus obligaciones tributarias y otros diez millones por la actualización salarial del contrato de Neymar en enero del pasado año, una cantidad por la que el padre del futbolista ingresará otro medio millón (por el 5% que le corresponde «de todos los importes, fijos y variables, a cobrar por el jugador»).
Ruz y el fiscal José Perals interrogaron al representante legal de la entidad por la decena de contratos firmados en la adquisición del jugador brasileño. Rossich defendió su legalidad, defendió que se trata de «operaciones diferentes» y calificó de «normal» que se pagara un 5% de los emolumentos del delantero brasileño al padre de Neymar. «Todos los clubs del mundo pagan a los agentes; esa comisión nunca la paga el jugador», aseguró al juez.
Rossich atribuyó a la «capacidad de seducción» de Rosell que el Barcelona consiguiera por 57 millones a un jugador por el que el Santos pedía a otros clubs 100 millones.
Respecto a los cuatro millones de euros que se embolsó el padre del futbolista por «promover contratos de publicidad entre empresas brasileñas y el jugador y el Fútbol Club Barcelona», tanto Rosell como Rossich asumieron que era una operación «de riesgo». Pero aceptaron porque confiaban en que «el retorno de ese desembolso, en forma de contratos, sería mayor», apuntaron fuentes presentes en la declaración. Con parte de ese dinero el padre de Neymar montó una oficina en Barcelona para, supuestamente, gestionar esas contrataciones. El abogado de Cases criticó que se garantizasen al padre del jugador esos 800.000 euros anuales (durante los cinco años de contrato) al margen «del éxito de las gestiones». También se quejó de que el club pagase 7,9 millones al Santos por un derecho preferente por tres perlas de su cantera y que uno de ellos, Víctor Andrade, «haya fichado ahora gratis por el Benfica».
Izquierdo, abogado de Cases: «Manos negras, no; manos inútiles, sí»
Felipe Izquierdo, abogado de Jordi Cases –el socio del Barcelona que propició con su denuncia la investigación judicial del fichaje–, negó ayer a las puertas de la Audiencia Nacional que detrás de la querella de su cliente haya «una mano negra». «No existe una mano negra ni está detrás Florentino, Gallardón o Aznar. Lo que sí hay son unas manos inútiles que han heredado un equipo campeón y lo han llevado a lo que somos hoy», aseguró el letrado.
El abogado se quejó de que el club blaugrana «quiera demonizar» a Cases y recordó que Josep Maria Bartomeu dijo al tomar posesión como presidente del Barcelona que el querellante había dado un paso que él también habría dado al tener derecho «a pedir explicaciones». «Todo se hubiera arreglado con una llamada de teléfono y un café», insistió el abogado, quien recordó que el ex portavoz del club, Toni Freixa, le ofreció por escrito –según él– un acuerdo, «que me envió por fax», para que retirara la demanda, que él y su cliente habían aceptado, aunque posteriormente «el Barcelona dio marcha atrás» y no refrendó ese ofrecimiento.
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