Real Madrid

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Simplemente Zizou

Zidane, en la sala de Prensa del Bernabéu durante su nueva presentación / Ap
Zidane, en la sala de Prensa del Bernabéu durante su nueva presentación / Aplarazon

La primera aparición ante los medios en su regreso al Real Madrid no pudo ser más Zidane. Nada de palabras grandilocuentes ni actitud de salvador de ninguna patria. Normalidad absoluta, pocas palabras y sonrisas que hablan por sí solas. Zizou ganó tres Champions normalizando lo que es entrenar al Real Madrid y así ha vuelto, con mucha tranquilidad y valentía y las pilas cargadas.

¿Por qué se fue por sorpresa después de su tercera Liga de Campeones?

Ayer explicó que su marcha se debió a una cuestión personal, porque es lo que necesitaba en ese momento, pero hubo algo más. Su entorno aseguraba que le gustaba el día a día de los entrenamientos, quería estar cerca del césped y de los futbolistas y esto le hacía feliz. El problema es que vio signos que no le gustaban. Pidió algunos cambios en la plantilla, por ejemplo la llegada de Hazard, y no encontró mucha receptividad al otro lado.

¿Qué ha hecho estos nueve meses sabáticos?

Se ha apartado del ruido que rodea al banquillo blanco, se ha dedicado a ver los partidos de sus hijos, tres juegan todavía en la cantera, y ha seguido la actualidad del primer equipo, muchas veces en el propio estadio, como él mismo reconoció. Ha sentido las derrotas del Madrid como propias, porque era prácticamente la misma plantilla que él dejó. Futbolistas que lo han ganado todo para el Madrid y a los que ayer ya empezó a defender.

¿Por qué su método funciona tan bien?

Varios pesos pesados del vestuario le señalaron como el mejor entrenador que han tenido, o al menos con el que más a gusto se han sentido. Él concede a las estrellas el espacio que necesitan, porque fue una de ellas, lo que no implica una falta de autoridad o de capacidad de trabajo.

¿Ha hablado con Ramos?

Todavía no. De momento se ha dedicado a firmar su nuevo contrato y el aterrizaje definitivo se producirá hoy. Volverán a colocar la placa con su nombre en el despacho de Valdebebas y estrenará la ropa de entrenamiento con las dos zetas bordadas. A los futbolistas los hablará hoy, aunque ya saben que defenderá a todos ante las cámaras y la responsabilidad de lo malo la asumirá él.

¿Va a pedir explicaciones a Marcelo e Isco?

Ya dijo ayer que no se va a meter en lo que ha pasado hasta ahora. No le importa demasiado, en realidad. Pesa más lo que estos jugadores han dado al club que su mal momento actual. Él no quiso cortar cabezas en su momento, porque consideraba a sus futbolistas más amigos que otra cosa, pero lo tendrá que hacer en junio. En algunos casos, le va a resultar más fácil ahora porque los rendimientos de muchos han bajado de forma alarmante.

¿Cómo le va a recibir el vestuario?

Pues como el ídolo que es. La primera vez que entró a presentarse cuando sustituyó a Benítez resultó impactante la cara de admiración y alegría con la que le miraban los jugadores, que venían de una depresión grande en la etapa anterior. Ahora va a suceder lo mismo. Hoy les va a decir cuatro frases sencillas, resumidas en que hay que ponerse a trabajar y ganar todos los partidos que quedan. La inyección de moral por su vuelta es indudable, para lo que queda de curso y el siguiente.

¿Va a tener todo el poder?

Mucho más que en su etapa anterior y de lo que se estila ahora en los grandes clubes. El presidente le ha llamado porque lo necesitaba y el francés ha respondido sin titubear, aunque las reglas las habrá dejado muy claras y las pone él. Su opinión va a ser definitiva para confeccionar las altas y las bajas, aunque de momento no quiere hablar de eso. Zizou marca los tiempos, su método ha vuelto.